La Ley 30 y la Represión del gobierno de Martinelli
Con Fernando Serrano, de FECOMA – CCOO
Una misión muy positiva,
pero aún falta mucho
pero aún falta mucho
La Ley 30 y la Represión del gobierno de Martinelli
Foto: Gerardo Iglesias
Serrano, secretario general de la Federación Estatal de Construcción, Madera y Afines, de Comisiones Obreras (FECOMA – CCOO), integró la II Misión de la ICM a Panamá. Sirel dialogó con él para conocer su opinión sobre los alcances y desafíos de esa Misión.
-¿Cuál es la evaluación que haces de esta nueva Misión de la ICM y la UITA a Panamá?
-Ha cubierto una serie de objetivos importantes: primero por la presencia de todas las organizaciones que han estado aquí y el trabajo que hemos realizado, y segundo porque viene a reforzar nuestro mensaje al gobierno de Panamá, en el cual le decimos que estamos muy alerta y pendientes de los acontecimientos que aquí suceden.
-La situación es muy preocupante…
-En Panamá se ha dado una involución política de primera magnitud que atenta contra la misma Constitución. Estamos ante una situación que nos exige demostrar que el principio de solidaridad internacional sigue vigente, que la solidaridad no es una palabra hueca sino una posición firme de las organizaciones sindicales que estamos en este país.
-¿La Misión fue positiva?
-Creo que ha sido muy positiva. Hemos influido en instituciones destacadas como el Defensor del Pueblo, el Presidente de la Asamblea Nacional, las autoridades del Canal de Panamá, y hemos sentado bases importantes para construir un marco de relaciones laborales que se ajuste de manera más adecuada a la realidad cambiante y transformadora que se está dando a partir de la economía del Canal. Por otro lado, la presencia de la UITA en Changuinola, junto a los trabajadores bananeros, fue muy relevante.
Sin embargo, hay todavía muchos aspectos negativos que no podemos olvidar, especialmente la actitud retrógrada e insultante de la ministra de Trabajo, Alma Cortés, que no nos recibió. Esta señora debería haber seguido dedicada a lo que sabe: al comercio, a los negocios del Presidente de la República, y no haber ingresado al Ministerio, desde donde actuó de una manera sumamente insultante hacia nuestra Misión.