Las nuevas formas de una vieja violencia

Brasil registra uno de los mayores índices de conflictividad por la tierra de la región. En general los estados más violentos para los defensores de los bienes comunes y de los derechos de las comunidades rurales e indígenas son los del norte amazónico. Pero ahora esa violencia del despojo y la usurpación se extiende también al sur, de la mano de un Estado que fomenta el odio y el porte de armas, un tándem letal.

La pandemia agrava la violencia contra defensores y defensoras de los bienes comunes

“La situación de los defensores de la floresta, las aguas y los derechos humanos se complicó con la pandemia al igual que la situación de los pueblos originarios que están completamente vulnerables en este momento”, dijo a la Rel la activista ambiental y defensora de los bienes comunes Caludelice Santos, que ha vivido de cerca la violencia en el campo brasileño.

“La violencia en el campo brasileño es histórica”

“Necesitamos gestar una red de organizaciones, volver a organizarnos, reagruparnos para poder enfrentar este rebrote de violencia”, dijo Carmen Foro, secretaria general de la Central Única de Trabajadores (CUT) y exdirigente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Agricultura (Contag), en la apertura del seminario “Derechos humanos y seguridad en la acción sindical”, realizado los días 5 y 6 de marzo en Brasilia.