“El agronegocio es el responsable de estos crímenes”

El asesinato del periodista británico Dom Phillips y del experto en culturas indígenas Bruno Pereira y la confirmación del hallazgo de sus cuerpos desmembrados y quemados ayer 16 de junio conmocionó al mundo. Sin embargo, esta violencia que se ampara en la impunidad y se envalentona con el discurso de odio del actual gobierno es algo que los pueblos originarios y sus defensores viven desde hace décadas.

Un récord que siempre cae

El año pasado fue el más letal en el mundo para los defensores de la tierra y el ambiente. 2019 había sido más letal que 2018 y 2018 que 2017… De los 227 asesinatos cometidos en 2020, el doble que en 2013, 226 tuvieron lugar en el llamado Sur global, y en buena parte de ellos estuvieron involucradas empresas.

Histórica e endêmica, violência sem fim

A propriedade da terra, a dura tensão entre latifundiários e trabalhadores, comunidades indígenas e trabalhadores sem-terra, assim como o papel do Estado, quase sempre do lado do capital, são as razões que levam à violência que mata, queima e expulsa a milhares de famílias do campo no Brasil.

Balas, fuego y gobiernos, las armas del latifundio

Como es común en Brasil, las tierras públicas que anteriormente estaban destinadas a la reforma agraria son objeto de enormes disputas, y quienes tienen dinero y poder siempre o casi siempre se valen de distintas artimañas para usurparlas, desde falsificar títulos de propiedad hasta amenazar o matar a líderes comunitarios y sindicales.