Ilegal

Nestlé comenzó a exigir a sus trabajadores y trabajadoras el uso de un carné Covid-19, una idea que el Ministerio de Salud había manejado y que luego descartó por las protestas que suscitó en el Parlamento.

Agrotóxico nocivo, Estado omiso

Una investigación universitaria publicada meses atrás alertó sobre los efectos ambientales y sanitarios nocivos del agrotóxico etropofós, utilizado a menudo en las plantaciones de banano costarricenses. La siguiente nota, publicada por el portal Surcos Digital* −con quien la Rel UITA tiene una cercana y solidaria relación− destaca la inacción del gobierno tras la difusión de ese estudio.

Huelga nacional en los frigoríficos de Alemania

En la pasada reunión del 7 de abril entre organizaciones sindicales de Europa y de Brasil que representan a trabajadores y trabajadoras cárnicos, Peter Schmidt, de la federación de la alimentación de Alemania (NGG, por sus siglas en alemán), sentenció: “Las acciones sindicales contra la precarización laboral en los frigoríficos de Brasil y Alemania, son parte de una misma lucha.

Jurassic Paraguay

Este título no comprende al pueblo paraguayo sino a los partidos hegemónicos de su sistema político que, con la excepción del período de Fernando Lugo (2003-2008), han tenido en sus manos el destino del país: el Partido Liberal, y fundamentalmente, el Partido Colorado, actualmente en el gobierno.

Bolsonaro, un asesino serial

Se lo ha dicho mil veces: las políticas de Jair Bolsonaro –todas sus políticas: la sanitaria, la social, la económica– son poco menos que genocidas. Los millares de muertes que dejan cada día justifican repetirlo.

El veneno en la herida

Desde que llegó a la localidad de Areco, en la provincia de Buenos Aires, Ana Zabaloy dio testimonio y le puso el cuerpo a esa invasión humana que es el campo sojero y su constante atropello. Murió de cáncer. “Las 12”, el suplemento feminista del diario argentino Página 12 la recuerda en esta nota que La Rel reproduce a continuación.

Negras tormentas agitan los aires

Si estaremos poseídos, si estaremos ideológicamente embrujados que a ningún estado se le ha ocurrido la idea que las vacunas para combatir la pandemia de coronavirus deberían ser consideradas un bien común y exigir que se les trate como tal, cuando se sabe que buena parte de los fondos que han recibido las farmacéuticas para producirlas han sido precisamente públicos.