Las organizaciones populares panameñas siguen en las calles protestando contra el contrato que el gobierno estableció con la filial de la minera canadiense Fist Quantum.

Las organizaciones populares panameñas siguen en las calles protestando contra el contrato que el gobierno estableció con la filial de la minera canadiense Fist Quantum.
Desde hace semanas acompañamos las intensas manifestaciones que en distintos puntos de Panamá se convocan contra el gobierno y el extractivismo minero.
Muchos estudios determinaron que la minería daña el medio ambiente: produce desechos tóxicos, devasta bosques, aniquila la biodiversidad, etcétera. ¿Por qué, entonces, evocarla con una relación celestial como “a cielo abierto”?
Panamá ha sido noticia en las últimas semanas por la resistencia de su pueblo a la firma de un contrato entre el gobierno y la canadiense First Quantum Minerals, que mantiene a la sociedad civil movilizada contra la concesión de los derechos irrestrictos de explotación de la mayor mina de cobre de la región.
Como en Argentina, con el ultraderechista Javier Milei y sus acólitos agitando en defensa de criminales de lesa humanidad y de políticas que destrozarán a las clases populares, como en España, con Vox tomando las calles, en Panamá la derecha intenta imponer también su discurso de odio.
Nuestras organizaciones afiliadas continúan en las calles junto al pueblo panameño que rechaza de forma espontánea la firma de un contrato entre el Estado y la subsidiaria de la canadiense First Quantum Minerals en el país.
La Alianza Nacional del Pueblo (ANADEPO), que aglutina a diversas organizaciones sociales y sindicales – entre ellas afiladas a la Rel UITA en Panamá– manifestó en conferencia de prensa que seguirá la lucha en las calles.
Los sectores ciudadanos movilizados en favor de la soberanía y el ambiente en Panamá han logrado significativos avances, pero deben mantener la presión para evitar que el gobierno y el capital transnacional ganen a la larga la partida.
«Ante la emergencia ambiental, la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, en vez de combatir la lógica de saqueo y depredación la mentalidad suicida de quienes hoy detentan el poder resulta
absolutamente aterradora e irresponsable».
Las compañeras nucleadas en la Federación Unitaria de la Clase Trabajadora (FUCLAT) siguen en resistencia, participando activamente de las movilizaciones en protesta contra la Ley 406 que le otorga a la minera canadiense First Quantum Minerals los derechos de explotación de la mayor mina de cobre de Centroamérica.