La globalización económica implantada bajo criterios rentistas ofreció una gran oportunidad para el crecimiento de las empresas transnacionales.

La globalización económica implantada bajo criterios rentistas ofreció una gran oportunidad para el crecimiento de las empresas transnacionales.
En la actual controversia sobre prohibir o no la siembra del maíz transgénico y la eliminación gradual del glifosato, se pierde de vista que lo que está en juego es la manera de generar alimentos en el mundo: la tradicional o campesina, la agroindustrial o moderna y la agroecológica.
Desde finales del siglo XIX, las organizaciones de mujeres de los movimientos obreros en varios países europeos y en los Estados Unidos protestaban por mejores condiciones laborales.
El brote de gripe aviar altamente patógena (IAAP), que lleva tres años concentrándose en Norteamérica, Japón y Europa, ha alcanzado una nueva y peligrosa fase.
Las LER son lamentablemente muy habituales entre trabajadores y trabajadoras de diferentes sectores de la industria.
La contaminación generada por los microplásticos, esas partículas imperceptibles pero tan dañinas, crece desaforadamente en el fondo de los mares y en lo alto de las montañas.
A principios de 2022 un nuevo brote de gripe aviar sacudió Europa, Asia, Estados Unidos y Canadá, obligando al sacrificio de millones de aves y al cierre preventivo de miles de granjas avícolas.
Dos eventos de muy distinta naturaleza, pero de gran relevancia mundial coinciden en este mes de noviembre: un nuevo mundial de fútbol y una nueva conferencia sobre el cambio climático. Un factor los une: la hipocresía de quienes los promueven y organizan.
El vicepresidente de CONTAG charló con La Rel sobre la VII Conferencia del Grupo Profesional de Trabajadores de la Agricultura (GPTA), realizada en Suiza la semana pasada y destacó en particular la toma de posición ante el avance de la extrema derecha en el mundo.
El hambre dibuja fronteras invisibles. Miles de migrantes asiáticos llegan a Qatar como los nuevos esclavos de la modernidad. Los oligarcas del Mundial los esconden, les retienen los pasaportes, les cambian la “mirada”, les prohíben la mezcla, el contacto, el roce. Los qataríes los “huelen” a kilómetros de distancia, ocultos en sus barracones. Han venido a levantar sus ciudades, sus aeropuertos, su Mundial.