El hambre dibuja fronteras invisibles. Miles de migrantes asiáticos llegan a Qatar como los nuevos esclavos de la modernidad. Los oligarcas del Mundial los esconden, les retienen los pasaportes, les cambian la “mirada”, les prohíben la mezcla, el contacto, el roce. Los qataríes los “huelen” a kilómetros de distancia, ocultos en sus barracones. Han venido a levantar sus ciudades, sus aeropuertos, su Mundial.
