Trabajadoras de Amy’s Kitchen relatan sus peligrosas condiciones en el trabajo y dejan en evidencia que el discurso de la empresa no es acorde a la realidad que padecen sus trabajadores y trabajadoras.
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Trabajadoras de Amy’s Kitchen relatan sus peligrosas condiciones en el trabajo y dejan en evidencia que el discurso de la empresa no es acorde a la realidad que padecen sus trabajadores y trabajadoras.
Por primera vez se logró sindicalizar una tienda de Starbucks, y continúa la pugna para realizar lo mismo en un almacén de Amazon, mientras enfermeras, mineros, maestros, trabajadores académicos y de medios, choferes, así como trabajadores “esenciales”, sobre todo migrantes, realizan huelgas y otras acciones que parecen indicar un renacimiento del movimiento laboral en Estados Unidos en una coyuntura económica marcada por la mayor desigualdad en un siglo.
Las autoridades laborales de Estados Unidos presentaron una denuncia acusando al gigante del comercio electrónico Amazon de amenazar y vigilar a trabajadores que intentan organizar un sindicato en un depósito de Nueva York.
El gobierno y empresarios del sector frigorífico de Brasil impulsan cambios para ir desmantelando la Norma Reguladora 36, que protege la salud y la seguridad de los trabajadores. Sobre los impactos que puede tener esa ofensiva, La Rel conversó con Carlos Eduardo Siqueira, profesor de la Facultad de Medio Ambiente de la Universidad de Massachusetts Boston, en Estados Unidos.
La misteriosa mortandad masiva de abejas productoras de miel que polinizan en Estados Unidos cultivos, que tienen un valor de 30.000 millones de dólares, ha diezmado esa población, hasta el punto de que un mal invierno podría dejar los campos en barbecho.
Audelia Molina, una migrante mexicana, ganaba 10 centavos por cada prenda que recortaba en un taller de Los Ángeles, la capital de la confección de prendas de vestir de Estados Unidos. Su sueldo era tan bajo que empezó a trabajar 11 horas diarias para aumentar su producción. Cuando pidió un aumento, su supervisor se lo negó, por lo que en julio de 2017 ella renunció y acudió a un abogado laboral para que la ayudase a radicar una demanda por salarios impagos ante la Comisión del Trabajo de California.
Desde que en 2018 comprara Monsanto la transnacional alemana no ha dejado de perder procesos judiciales iniciados por agricultores que la demandan por las enfermedades que les ha causado el uso de productos a base de glifosato.
De a poco, a fuerza de investigaciones independientes y de acciones judiciales, las transnacionales agroquímicas y sus productos estrella van quedando al desnudo. Después de Bayer-Monsanto le tocó el turno a Syngenta.
Estados Unidos | TRANSNACIONALES | SINDICATOS Un modelo aceitado de precarización laboral Efecto Amazon Ubicada entre las empresas que mayores …
Bayer intentó aplicar una política de reducción de daños para sus propias arcas promoviendo un acuerdo que limitara a 2.000 millones de dólares las indemnizaciones que debería pagar a las víctimas de sus productos a base de glifosato que intentaran demandarla en el futuro. Un juez lo declaró ilegal.