El veneno en la herida

Desde que llegó a la localidad de Areco, en la provincia de Buenos Aires, Ana Zabaloy dio testimonio y le puso el cuerpo a esa invasión humana que es el campo sojero y su constante atropello. Murió de cáncer. “Las 12”, el suplemento feminista del diario argentino Página 12 la recuerda en esta nota que La Rel reproduce a continuación.

Los conocidos de siempre

En una continuación de hecho de los famosos Papeles de Monsanto, el diario británico The Guardian acaba de dejar al descubierto metodologías similares utilizadas por Bayer, actual propietaria de Monsanto, para que México desista de sus planes de prohibir el glifosato.

FETAR segue luta contra aplicação de agrotóxicos

O 2º Secretário da Federação dos Trabalhadores Assalariados Rurais do Rio Grande do Sul (FETAR), Sérgio Poletto, coordenador do Departamento de Segurança e Saúde do Trabalhador, participou na tarde quarta-feira (10) de mais uma reunião “online” da Comissão de Saúde e Meio Ambiente do Fórum Gaúcho de Combate aos Impactos dos Agrotóxicos.

La odisea de un trabajador fumigado

Hace cuatro años que Julio de los Santos lucha para que la justicia reconozca el origen profesional de las graves enfermedades que contrajo trabajando en un arrozal que violaba a su antojo las normas sanitarias, ambientales y laborales y que todavía dicta su ley en un poblado cercano a la frontera entre Uruguay y Brasil.

Vinos Rosés, veneno en su mesa

Natalia es una trabajadora rural zafral que estaba desempeñándose en los viñedos de la empresa Bodega Rosés, −conocida popularmente por sus vinos de mesa− cuando fue literalmente rociada, junto a otros trabajadores, por el mosquito que fumigaba las plantas de vid, lo que le generó una reacción alérgica muy fuerte, tanto en las vías respiratorias como en la piel.

La República Piñatera

Cuando personas elegidas por el pueblo para dirigir y gestionar las instituciones del Estado renuncian a sus deberes y responsabilidades más elementales como proteger la vida humana, y lo hacen para resguardar y apadrinar los intereses económicos de una elite cipaya(1) y de corporaciones transnacionales, habilitan el derecho a llamarles “homicidas sociales seriales”.