39º Premio derechos humanos de Periodismo
Reconocimiento a Belela Herrera
El Premio Derechos Humanos de Periodismo es promovido por el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos (MJDH), en colaboración con la Orden de Abogados de Brasil – RS (OAB-RS) y el apoyo de la Rel UITA y otras organizaciones. El pasado miércoles 15 lo recibió la uruguaya Belela Herrera, enorme figura continental en la defensa de los derechos humanos.
Amalia Antúnez
22 | 02 | 2023
Belela Herrera | Foto: Daniel García
María Bernabela Herrera, más conocida como Belela, nos recibió en su casa en Montevideo, donde le entregamos el trofeo de la 39ª edición del Premio por su trayectoria.
Siempre amable y con su característica calidez acentuada por sus más de 90 años, recibió el trofeo con visible emoción y agradecimiento.
Su labor en el área de los derechos humanos comenzó en 1973, cuando residía en Chile.
Años atrás, cuando el Correo Uruguayo lanzó un sello en su homenaje, su amigo y compañero de luchas Jair Krischke, presidente del MJDH, recordaba: “Cuando derrocan a Salvador Allende y la dictadura chilena se torna virulenta, Belela, que entonces vivía en Santiago porque su marido era embajador uruguayo, por iniciativa propia comenzó a recoger en su pequeño automóvil a exiliados políticos de diversas nacionalidades y a distribuirlos en las diferentes embajadas para salvarles la vida”.
Esta es apenas una de las acciones que Belela realizó en Chile. Ese mismo año quedó a cargo, y hasta comienzos de1980, de la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados, desde la cual contribuyó a salvar miles de vidas.
Luego fue designada representante adjunta en la Oficina Regional para Centro América, el Caribe y México, con sede en Costa Rica.
A finales de 1982, Belela asumió como representante regional adjunta en la Oficina para el Sur de América Latina de la agencia de la ONU, con sede en Argentina.
Además, trabajó en México, España –donde participó de la apertura de la oficina –, Perú y Brasil.
Entre 1987 y 1989 integró la Comisión Nacional Pro Referéndum, constituida para revocar la “Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado” de Uruguay, que impedía el juzgamiento de los crímenes cometidos durante la dictadura militar en su país.
De 1995 hasta 2001 se desempeñó como directora de Cooperación y Relaciones Internacionales en la Intendencia de Montevideo y fue vicecanciller del Uruguay entre 2005 y 2008.
Su currículo resumido dice algo de su intensa e histórica labor, pero Belela es mucho más: es la historia viva de una época.
Su complexión pequeña aparenta una fragilidad que no es tal. Son innúmeros los actos y relatos que demuestran una valentía y grandeza interior que la convierten en una mujer admirable.
Los recuerdos van brotando a medida que la charla avanza. La necesidad de trasmitir a las nuevas generaciones lo vivido en el pasado reciente sobre todo durante las dictaduras del Cono Sur, son la principal preocupación de Belela.
“Nosotros lo vivimos, sabemos qué pasó, las atrocidades, los atropellos, la tortura y la desaparición de miles de personas, pero es necesario que los jóvenes conozcan esta historia para que nunca más vuelva a suceder”, dice.
Mientras aprovecho el inmenso privilegio de haberle entregado el trofeo y hablamos de los diversos problemas de derechos humanos que persisten en nuestra región y cómo ella aún continúa colaborando con los organismos de derechos humanos pienso en cambiar la célebre frase de Bertolt Brecht: “Hay personas que luchan un día y son buenas, hay otras que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenas. Pero están las que luchan toda la vida: esas son las imprescindibles”.
Belela es una de esas imprescindibles y este homenaje a su vida dedicada a la defensa y lucha por los derechos humanos más que meritorio es un acto de justicia.
Foto: Daniel García