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Con Jair Krischke

Una victoria sobre la barbarie

Lo más importante de la elección del domingo fue que los brasileños lograron desplazar a Jair Bolsonaro de la presidencia, pero este es un país a reconstruir, dijo a La Rel Jair Krischke, presidente del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos (MJDH).

Daniel Gatti

03 | 11 | 2022


Jair Krischke | Foto: Gerardo Iglesias

“Es muy preocupante de todas maneras que haya tantos y tantos fascistas, sobre todo teniendo en cuenta que durante cuatro años este hombre impuso una enormidad de tragedias, desde la gestión de la pandemia hasta el desastre medio ambiental, pasando por el aislamiento internacional del país”, dijo Krischke, que es también asesor de la Rel UITA en derechos humanos.

“Es un fenómeno a estudiar”, agregó.

Jair señaló que este miércoles salieron a las calles de grandes ciudades brasileñas miles de bolsonaristas reclamando una intervención militar para anular las elecciones y disolver el Supremo Tribunal de Justicia. “Pedían pura y simplemente un golpe de Estado”.

Hubo manifestaciones frente a cuarteles importantes en Porto Alegre, donde está la sede del Comando Militar del Sur, el más relevante del país, en Río de Janeiro, en Brasilia.

En San Miguel del Oeste, al interior del estado de Santa Catarina, gran cantidad de personas manifestaron levantando el brazo derecho al modo nazi mientras cantaban el himno nacional.

“Toda esta gente apoya a los camioneros que desde el domingo por la noche bloquean rutas en todo el país, con la abierta benevolencia y hasta el aliento del jefe de la Policía Rodoviaria (Caminera) Federal, que es un manifiesto bolsonarista”, apuntó el veterano militante humanitario.

“Son fascistas, son muchos, y asusta”.

“Ahora hay que empezar a trabajar para devolver a Brasil a la civilización. La del domingo fue una victoria contra la barbarie. El gobierno tendrá mucho para hacer: reorganizar el país, poner en pie una economía destrozada y afectada por un gigantesco desempleo, volver a insertar al país en el plano internacional”, dijo Jair.

“Seguramente cuatro años no bastarán”.