-¿Se puede hablar de una Marcha diferente?
-En primer lugar te cuento que he participado de todas las Marchas de las Margaridas, pero esta edición fue súper especial para mí porque fui representando a la Federación de Trabajadores Asalariados y Asalariadas Rurales de Rio Grande del Sur (Fetar).
Por otro lado, la marcha tuvo una energía diferente, fue precedida de la marcha de mujeres indígenas que tuvo un halo de espiritualidad muy marcado.
Ellas su sumaron a nuestra marcha y cerraron la movilización.
-También participaste del taller internacional de mujeres…
-Sí. Ahí tuve el gusto de conocer a la secretaria general de la UITA, la compañera Sue Longley.
Fue una experiencia enriquecedora, ella es una persona muy capaz y humilde y aunque por momentos el idioma fue una barrera, finalmente logramos entendernos.
Además, las charlas y encuentros organizados por la Contag fueron muy interesantes. Ahí pudimos acceder y conocer las distintas realidades que enfrentan las compañeras en los diferentes estados donde el denominador común es la violencia y la discriminación.
Los datos de femicidios en Brasil configuran una pandemia alarmante y hacen que sea necesario y urgente tomar medidas para frenarlos. La organización de las mujeres es fundamental en esa tarea.
En suma, fue una experiencia de aprendizaje enriquecedora.
-Días después de la Marcha fue la plenaria estadual de la Fetar…
-Sí, el 28 de agosto fue la actividad, el espacio ideal donde socializar lo aprendido en Brasilia. Además, logramos incorporar la agenda de propuestas del Clamu a la Federación.
-El Clamu consolida su trabajo junto a la Fetar…
-Sí, sin dudas avanza a paso firme y vamos a seguir trabajando juntos. Ya tenemos varias actividades coordinadas para las próximas semanas. Hay mucho por hacer.
En Santa Ana de Livramento, Gerardo Iglesias