Nuevo escape de amoníaco en un frigorífico de Santa Rosa
El pasado jueves 23, 17 trabajadores del frigorífico Alibem, en la localidad de Santa Rosa, Rio Grande do Sul, fueron hospitalizados después de una fuga de amoníaco provocada por cortes de energía.
Amalia Antúnez
28 | 1 | 2025
Foto: Difusión (Dux)
En los frigoríficos brasileños hay una fuga de amoníaco cada 17 días.
En un seminario realizado en Chapecó en julio de 2024, organizado por la CONTAC CUT y la Rel UITA, el farmacéutico del Laboratorio de Toxicología del CEST Fiocruz Leandro Carvalho expuso la preocupante inseguridad en los frigoríficos vinculada a la fuga de amoníaco, gas utilizado para la refrigeración en la industria cárnica.
“Algo que me llama mucho la atención acerca del amoníaco es el riesgo para los trabajadores porque, en general, según estudios realizados aquí en Brasil, los accidentes que involucran fugas de amoníaco siempre resultan en una exposición aguda”, decía Carvalho.
Basándose en la experiencia nacional e internacional, el experto destacó que cuando mejoran los sistemas de prevención y control esos accidentes se reducen de manera notable.
En Brasil, en 2024 se registró un alto número de casos (más de 15) que involucran a cientos de trabajadores que requieren atención médica, lo que deja al descubierto la precariedad en las inversiones en prevención de accidentes, la falta de mantenimiento de las instalaciones frigoríficas y el menosprecio contra el personal que se encuentra en una indefensión total.
Según el informe anual del Observatorio sobre enfermedades infecciosas en el trabajo (DIT, en portugués) de la Fundación Osvaldo Cruz, en 2023, las fugas de amoníaco en Brasil aumentaron 100 por ciento en comparación con los años anteriores.
En los frigoríficos, por ejemplo, estos accidentes pasaron de 5 a más de 10 por año entre 2018 y 2024.
“Las razones específicas de estas fugas están relacionadas con la falta de mantenimiento adecuado (preventivo y correctivo) y en los sistemas de detección”, señala el informe.
Pareciera que el año 2025 se vivirá más de lo mismo, mientras la industria junta a paladas miles de millones de dólares.