Los accidentes laborales y su vínculo con la precarización del trabajo
El 28 de abril, en el marco del Día Mundial de la Salud y Seguridad en el Trabajo, las organizaciones sindicales brasileñas llevarán a cabo la campaña Abril Verde, que busca sensibilizar y prevenir los accidentes y enfermedades laborales.
Amalia Antúnez
12 | 4 | 2024
Foto: Gerardo Iglesias
Aunque esta es una lucha que el movimiento sindical abraza desde hace años, los datos de investigaciones sobre el tema arrojan un crecimiento de los accidentes y las muertes en el trabajo ligado a la creciente precarización laboral.
El último estudio realizado por el Observatorio de Seguridad y Salud en el Trabajo (SmartLab), una iniciativa del Ministerio Público del Trabajo y la OIT, indica que, en solo un año, se registraron en Brasil casi 613.000 accidentes laborales, con 2.538 muertes.
La tasa de mortalidad, de casi siete muertes cada 100.000 empleos, es la mayor en una década.
Los datos corresponden a 2022 y solo consideran los registros de empleados con contrato laboral, es decir, la mortalidad laboral podría ser aún mayor.
São Paulo encabeza el ranquin de estados con mayores notificaciones de accidentes laborales, con 34,6 por ciento, seguido de Minas Gerais, con 10, 8. Completa el podio Rio Grande do Sul, con 8,56 por ciento.
Un informe de la División de Vigilancia en Salud del Trabajador indica que se abrieron 462 investigaciones de muertes por accidentes laborales, de las cuales 284 fueron confirmadas.
Estas cifras alertan sobre la necesidad de una interpretación que vaya más allá de la seguridad y se adentre en el ámbito legislativo.
Desde la implementación de la reforma laboral de 2017, Brasil ha enfrentado desafíos crecientes en lo que respecta a la seguridad y salud en el lugar de trabajo.
Parece ser innegable que existe una correlación entre la precarización de las relaciones laborales y el aumento de los accidentes de trabajo.
Los investigadores entienden que existe una relación directa entre la reforma laboral y la ley de tercerización, con el aumento de los accidentes laborales y enfermedades ocupacionales pues está intrínsecamente ligada a la flexibilización de las normas y la fragmentación de responsabilidades.
Más allá de las cifras, el impacto social de los accidentes laborales es profundo y amplio. Hay repercusiones directas sobre el trabajador involucrado, que pueden incluir desde lesiones graves hasta incapacidad temporal o permanente, e incluso fatalidades.
Estos incidentes afectan no solo la salud física y mental del individuo, sino que también pueden dejar secuelas emocionales duraderas.
El accidente laboral repercute también en la familia del trabajador, que además de lidiar con el dolor emocional, a menudo depende de ese ingreso como principal o única fuente de sustento.
Según José Ribeiro, coordinador del área de Generación de Conocimiento para la Promoción del Trabajo Decente de la Oficina de la OIT en Brasil y coordinador de la iniciativa SmartLab por parte de la OIT, el tema de la salud mental laboral se ha convertido en un desafío aún mayor debido a los efectos de la pandemia.
“La Organización Mundial de la Salud y la OIT han instado a tomar acciones concretas para abordar las cuestiones de salud mental en la población activa. Se estima que se pierden 12 mil millones de días de trabajo al año debido a la depresión y la ansiedad, lo que le cuesta a la economía global casi un billón de dólares”, dijo Ribeiro.
“Se vuelve imperativo gestionar los riesgos psicosociales laborales y promover la salud mental en y a través del trabajo. Los entornos seguros y saludables minimizan la tensión y los conflictos, y mejoran la retención del personal, así como el rendimiento y la productividad laboral«, agregó.
(Con información de: OIT, MPT y SENGE)