A pesar de que existe hace 88 años, el Ministerio de Trabajo, en su forma actual, es una consecuencia directa del sistema de protección de las relaciones de trabajo establecidas por la Constitución Federal de 1988, que cumplió 30 años de vigencia en octubre de este año.
En 1999 pasó a tener estructura individualizada con la división de la cartera de la Seguridad Social.
Desde entonces, pasó a concentrar marcos referenciales para políticas públicas nacionales de protección y regulación de las relaciones de trabajo, actuando para corregir desequilibrios notables en la relación capital-trabajo en Brasil.
El Ministerio es responsable de la política de generación de empleo, formación profesional, protección del trabajador y de la trabajadora, normatización y fiscalización de las relaciones de trabajo, protección de la salud del trabajador y combate al trabajo esclavo.
También tiene la responsabilidad de gestionar el Fondo de Garantía por Tiempo de Servicio (FGTS), las políticas de microcrédito para los trabajadores y de economía solidaria, y la concesión de registros sindicales de organizaciones tanto de trabajadores como de gremios patronales.
Por lo tanto, su principal atribución es garantizar el equilibrio en las relaciones de trabajo entre empleadores y empleados.
Aunque las áreas de fiscalización del trabajo rural y concesión de registros sindicales están lejos de lo ideal, CONTAG entiende que las dificultades actuales están relacionadas con la falta de recursos y personal, sistemáticamente negados a la actual estructura.
La extinción del Ministerio impactaría aún más en los servicios prestados por este importante órgano y dejarían de ser prioridad en un escenario con 14 millones de desocupados y desocupadas.
En pleno 2018 todavía tenemos trabajadores y trabajadoras rurales rescatados de condiciones análogas a la de esclavos. En el período comprendido entre 1995 y 2008 hubo más de 53 mil casos de este tipo.
Sólo en 2018, hasta el 21 de octubre, fueron rescatados 843 trabajadores y trabajadoras.
Iniciativas como la lista negra del trabajo esclavo, la instauración de procedimientos administrativos, la aplicación de multas, principalmente tras la aprobación de la reforma laboral de 2017.
Esta reforma ha destruido derechos y ha deconstruido una serie de obstáculos legales y legislativos para facilitar el desmantelamiento de los mismos, y fue el Ministerio, a lo largo de su historia, el organismo que siempre bregó por el equilibrio de fuerzas entre empleadores y trabajadores, creando un sistema de protección e impidiendo abusos y retrocesos.
CONTAG repudia la decisión del presidente electo Jair Bolsonaro y denuncia que la extinción del Ministerio del Trabajo perjudicará a los trabajadores y trabajadoras y beneficiará al capital.
Podemos asistir, en un corto espacio de tiempo, a la precarización de las relaciones de trabajo, al aumento del trabajo esclavo, a innúmeras dificultades para acceder al FGTS y el seguro de desempleo, entre otros retrocesos.