Jair Krischke
El pasado viernes 6, en la sede de la central obrera uruguaya PIT CNT se realizó la presentación del documental Imprescindível, de Milton Cougo, que recoge una serie de testimonios sobre el accionar del gaúcho Jair Krischke en defensa de los derechos humanos en el Cono Sur.
Amalia Antúnez
10 | 10 | 2023
Marcelo Abdala, Luis Puig, Jair Krischke, Fernanda Aguirre y Alberto Silva | Foto: Itamar Aguiar
Fundador y presidente del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos (MJDH), asesor y amigo querido de la Rel UITA, a sus 84 años Jair sigue en la lucha. “Los derechos humanos son una utopía en movimiento”, dijo en el homenaje.
Soy sospechosa para hablar de Jair, porque de las cosas que agradezco de este trabajo es habérmelo cruzado.
Cada entrevista realizada en más de 15 años va acompañada de una larga charla porque siempre es un placer y un privilegio escucharlo.
Jair es una enciclopedia viviente en cuanto a la defensa y promoción de los derechos humanos en la región, y, como bien consignó su amigo Itamar Aguiar, es respetado por su pasado, admirado por sus contemporáneos y sin dudas será un referente para las futuras generaciones.
Luis Puig, exsindicalista y político uruguayo, Marcelo Abdala, y Fernanda Aguirre, respectivamente presidente y secretaria de Derechos Humanos del PIT CNT integraron la mesa de presentación del homenaje.
En la platea se encontraban figuras como Juan Raúl Ferreira, hijo del líder político uruguayo Wilson Ferreira Aldunate, y Marcos Goulart, nieto del ex presidente brasileño Joao Goulart, derrocado por el golpe militar de 1964 y que estuviera exiliado en Montevideo.
Vía videomensaje envió su saludo Belela Herrera, histórica defensora de los derechos humanos en la región, con una destacada labor en el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en los años en que en América Latina imperaban las dictaduras y, como Jair, salvadora de vidas de perseguidos.
Este documental se empezó a gestar allá por 2019, cuando el Parlamento uruguayo, por iniciativa del entonces diputado Luis Puig, le realizó a Krischke un homenaje por su actuación durante las dictaduras que azotaron el Cono Sur en los años 70 y 80.
En esos años Jair y el MJDH salvaron más de 2.000 vidas de perseguidos por los regímenes militares. Sindicalistas, dirigentes políticos y estudiantiles, diputados, senadores eran auxiliados a cruzar las fronteras terrestres para huir del perverso Plan Cóndor.
Pero la actuación del Movimiento y de su factótum no se limitó a eso: el accionar de esta organización trascendió los gobiernos militares, fue clave para que criminales de lesa humanidad fueran condenados y se extiende hasta el presente con una militancia activa en la defensa y promoción de los derechos humanos en la región.
Con la Rel UITA lo une un largo camino de trabajo y una amistad y solidaridad sincera.
Hacía poco menos de un año que había comenzado a trabajar en la oficina Regional de la UITA y recuerdo claramente cuando luego de dos años Jair había logrado que la policía brasileña capturara al coronel retirado Manuel Cordero, prófugo de la justicia uruguaya y argentina por los crímenes cometidos en el marco del Plan Cóndor.
Con la ayuda fundamental de Belela Herrera, en ese entonces vicecanciller de Uruguay, Krischke, conocido como “El sabueso”, siguió de cerca al represor uruguayo que se había fugado a la ciudad brasileña de Santana do Livramento, en la frontera con Uruguay, para poder seguir cobrando su jugosa jubilación militar.
En marzo de 2007 Cordero fue apresado en Brasil, pero había que lograr que el Supremo Tribunal Federal (STF) votara su extradición a Argentina, el primer país en pedir su captura, algo que no se logró en primera instancia.
Fue ahí cuando Jair accionó a la Rel UITA para iniciar una campaña internacional para que el STF votara la extradición de Cordero.
Fueron días intensos: contactamos a la prensa local, dirigentes sindicales, activistas, legisladores, autoridades de gobierno, se armó una gran conferencia de prensa en el paraninfo de la Universidad y se lanzó la campaña que buscaba reunir firmas que llegarían al STF de Brasil pidiendo la extradición Cordero.
Se consiguieron miles de adhesiones en todo el mundo y finalmente se logró que el torturador fuera extraditado a Argentina, donde fue condenado por sus crímenes y permanece detenido hasta hoy.
Manuel Cordero estuvo implicado en el secuestro y tortura de Sara Méndez y en el secuestro de su hijo Simón Riquelo; en el secuestro, traslado a Uruguay, prisión, tortura, asesinato y desaparición del cuerpo de María Claudia García Irureta de Gelman, la nuera del poeta argentino Juan Gelman.
También fue acusado por participar del asesinato del senador uruguayo Zelmar Michelini y del expresidente de la Cámara de diputados del Uruguay, Héctor Gutiérrez Ruiz en 1976, y en decenas de desapariciones de uruguayos en Argentina.
No es la única acción donde Jair fue fundamental: hubo otras, incontables quizás, donde se hizo justicia gracias a su tesón y a su compromiso inclaudicable.
El documental de Milton Cougo es una muestra del agradecimiento colectivo de quienes reconocen en Jair un ser humano excepcional, un ser social hermoso, un imprescindible de eso que luchan toda la vida y cuyo ejemplo inspira, conmueve y hace caminar.