“Desde que se iniciaron las negociaciones colectivas, la relación entre sindicato y empresa se ha ido deteriorando”, dice Mallmann.
El plazo para negociar el convenio colectivo venció el 1 de junio y hasta la fecha la compañía no ha avanzado en su propuesta, que es inferior al índice de la inflación del período.
-¿Cómo siguen las negociaciones en Lactalis?
-Tuvimos un par de rondas de negociación. En la primera la empresa ofrecía 5 por ciento de incremento, siendo que la inflación del período fue de 8,9, por lo que fue rotundamente rechazada por el sindicato.
En la segunda etapa nos propusieron un 7,12 por ciento, oferta que también fue rechazada y hace unos días solicitaron una reunión con el sindicato.
Creímos que era para mejorar esta cifra, pero enviaron a unos mandaderos de la empresa de Sao Paulo que además de mantener la oferta del 7,12 por ciento nos amenazaron diciendo que aquellos trabajadores y trabajadoras que no aceptaran serían marcados y sufrirían consecuencias.
Esa actitud de Lactalis generó inmenso malestar entre dirigentes y trabajadores por lo que el sindicato elevó una denuncia por persecución y hostigamiento antisindical al Ministerio Público de Trabajo y convocó a una asamblea donde se votó ir a huelga.
-¿Cuándo realizaron la asamblea?
-El 14 de julio, pero los procedimientos legales requieren que después que la empresa es oficialmente notificada se debe cumplir un plazo para lanzar la medida de fuerza.
Ahora bien, si la compañía no depone su actitud frente a los justos reclamos de sus trabajadores y trabajadoras no tendremos otra opción que paralizar actividades.
-¿Qué expectativas tienen?
-Este lunes 19 mantuvimos una reunión virtual con dirigentes de sindicatos que representan a trabajadores y trabajadoras de Lactalis y todos relataron la misma situación: la negativa de la compañía a mejorar su propuesta salarial y la persecución contra aquellos que se niegan a aceptar un reajuste inferior a la inflación, así que extendimos la denuncia a nivel internacional con el respaldo de la Rel UITA.
Agradecemos el seguimiento que la Regional y las confederaciones de la alimentación (CNTA y CONTAC) están haciendo sobre el caso Lactalis en Brasil.
Esperamos que esa presión haga que la compañía francesa flexibilice su postura y al menos ofrezca un reajuste salarial que cubra la inflación, evitando de esa forma la pérdida de poder adquisitivo de gente que estuvo trabajando en plena pandemia.