-¿Cómo evalúas estas dos jornadas de trabajo?
-Antes que nada, debo destacar la importancia de realizar un encuentro entre estas dos grandes confederaciones en un contexto tan desfavorable para la clase obrera.
Yo formé parte de la fundación de Contac y a lo largo de muchos años ambas confederaciones tuvieron divergencias que hicieron que trabajaran de forma separada.
Este seminario marca un punto de encuentro luego del tsunami que se llevó una cantidad de derechos en este país. Desafortunadamente no pasó solo por acá. Basta ver cómo está la región.
Ahora con el agua hasta el cuello, el movimiento sindical se ha dado cuenta que no tendremos salida posible sin la unificación.
-Y este es quizá un primer paso…
-Sin dudas un gran paso, porque desde el punto de vista de la organización no hay otra forma de resistir a lo que estamos viviendo acá. Respetando sí las diferencias, pero llegando a consensos que nos permitan seguir luchando.
-La crisis social y política se extiende por América Latina. ¿Piensan en coordinar también acciones con organizaciones en la región?
-A través del trabajo que realiza la Rel UITA vamos a tener que enarbolar la bandera de la solidaridad porque estamos viendo todos los días cómo América Latina resiste, lucha, se moviliza.
-El sector de la alimentación, y en especial el de frigoríficos, viene creciendo, pero las condiciones de los trabajadores y trabajadoras siguen la tendencia opuesta.
-Sí. El sector de la alimentación ̶ y en particular el de la industria de la carne ̶ viene a contramano de otros sectores de la producción que tienen una clara tendencia a la caída, y lo del deterioro y la precarización de las condiciones de trabajo es algo que este gobierno había anunciado.
Jair Bolsonaro y su equipo dijeron claramente en la campaña para la presidencia: “¿quieren trabajo o derechos? Las dos cosas no. Solo que ahora no hay ni trabajo ni derechos.
Acostumbro a recordar que pasé por dos dictaduras. La de 1964 fue terrible. Persiguió, torturó, mató y desapareció personas, pero no tocó uno solo de los derechos de la clase obrera.
Lo que está haciendo este gobierno mete miedo, porque toca lo más noble, lo que nos dignifica como clase, que son nuestros derechos y conquistas, y si no abrimos los ojos y nos unimos en esta lucha, estaremos perdidos.