En esta última resolución, el Ministerio entiende que “la Comisión resuelve los casos relativos a las conductas anticompetitivas y su objetivo es fomentar y promover un entorno más competitivo”, así como “brindar protección a los mercados de los abusos de empresas que tienen poder de mercado o una posición dominante”.

Como ya indicaba la resolución del 20 de mayo, “de realizarse la operación, Minerva pasaría a tener el control de siete plantas frigoríficas y adquiriría una posición dominante”.

Minerva, que ya posee cuatro frigoríficos en Uruguay, hace uso y abuso del subsidio por desempleo, utiliza este derecho de los trabajadores y trabajadoras para emplear un sistema rotativo de licencias y seguro de paro que muchas veces utiliza como mecanismo de presión en la negociación colectiva.

A un año de adquirir Breeders & Packers Uruguay (BPU), la transnacional inició un plan de reestructuración de esa planta, al igual que había hecho antes con Frigorífico Canelones.

Para los trabajadores y las trabajadoras, eso se tradujo en rebajas salariales, algunas muy importantes.

El Sindicato de Trabajadores de BPU junto a la Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines (FOICA) vienen negociando una salida a este nuevo atropello empresarial.

Si con cuatro plantas Minerva ya tiene la sartén por el mango, imagínense qué haría con 7.