Desde que los dueños de la transnacional, Wesley y Joesley Batista, firmaran una delación premiada que involucraba al mismísimo presidente Michel Temer, las acciones de JBS no pararon de caer.
La situación del Grupo se agravó aún más cuando los hermanos Batista marcharon a la cárcel a principios de setiembre al serles revocada la inmunidad de que gozaban por el acuerdo firmado con la justicia.
Desde entonces la compañía ha vendido varias plantas frigoríficas o directamente las ha cerrado.
“La situación es más que preocupante, ya han cerrado varios frigoríficos avícolas, en Criciúma y región ya son 1.200 los trabajadores y trabajadoras que han perdido el empleo”, destacó Elias.
La Contac promueve una serie de audiencias públicas en las Asambleas Legislativas de los diferentes estados donde JBS opera, con el fin de que las autoridades tomen medidas para conservar la fuente laboral.
“Nos hemos presentado ante la Asamblea Legislativa en São Paulo, en Mato Grosso do Sul y en Brasilia y próximamente tenemos agendadas audiencias públicas en Salvador de Bahía y en Santa Catarina. En todas solicitamos apoyo para que se mantengan los puestos de trabajo”, señaló el dirigente.
Según explicó, es importante que tanto los gobernantes como la sociedad brasileña en su conjunto exijan a JBS la preservación de la producción, sobre todo porque esta compañía contó con el financiamiento del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y del banco Caixa Econômica Federal.
“No es justo que este grupo que usó dineros públicos y de los propios trabajadores esté ahora cerrando plantas sin considerar mínimamente el impacto social de estas medidas en localidades que muchas veces dependen de unas pocas fuentes de trabajo”, dijo.
Para Célio Elias, los hechos de corrupción que involucran a la cúpula de JBS con los políticos y el intento fallido de delación del presidente Temer y gran parte de su equipo pusieron a la compañía en el centro del huracán.
“Al quedar evidenciado que JBS Friboi destinó sumas millonarias a la corrupción, su imagen cayó por el piso, y si a eso le sumamos que de parte del gobierno se da una suerte de venganza tras el acuerdo de delación firmado por los Batista, la situación se torna aún más grave”.
JBS está cercada por todos lados. No recibe créditos y se ve sometida a crecientes controles sanitarios, entre otras trabas.
“Contac y las otras afiliadas a la UITA se están movilizando, haremos todo lo posible para defender los puestos de trabajo, y solicitamos a los gobernante que los que paguen por lo mal hecho sean los dueños de JBS y sus cómplices y no los trabajadores y trabajadoras”, finalizó.