Invitado por la CUT, Lopes Kuhn impartió una charla informativa sobre seguridad digital y abogó por el uso del software libre como recurso de seguridad para los usuarios comunes de dispositivos electrónicos como computadoras, tablets, celulares y televisores inteligentes, al tiempo que vinculó el uso de las tecnologías de la información con la posibilidad de estar siendo permanentemente vigilados.
-¿A qué exactamente te dedicas y cómo llegas a este seminario?
-Soy especialista en el área de privacidad y seguridad digital. Desde hace mucho trabajo con tecnologías de software libre y me convertí en un activista en ese sentido para cambiar nuestra forma de relacionarnos con las tecnologías de la información (TIC).
Considero que los usuarios debemos ser actores centrales y poder conocer y alterar las tecnologías.
Eso ha generado una disputa a nivel mundial de las formas de uso de las TIC. Existe ya hace un tiempo un movimiento muy organizado que aboga por el uso del software libre, por el acceso de los ciudadanos a estas tecnologías.
La disputa se reduce entonces a la dicotomía entre cerrar el conocimiento a esta materia o abrirlo.
Mi trabajo actual consiste en temas de privacidad y seguridad para la población a nivel digital, detectar programas espías, entre otras cosas.
-¿Se está legislando para controlar este tipo de ataques digitales o se sigue en un gran vacío legal cuando hablamos de robo de datos privados a través de las diferentes plataformas digitales?
-En Brasil hubo un intento bastante innovador en este aspecto, pero como en varios temas de derechos nos fuimos quedando atrás y existe una gran preocupación en este sentido.
Actualmente tenemos en proceso de publicación la ley sobre protección de datos personales, que debería entrar en vigencia en agosto. Nos estaría dando un poquito más de garantías, como por ejemplo pedir que se excluyan nuestros datos de equis lugares o no ser espiados.
Pero es un mínimo avance en términos de garantías personales que todavía debe sortear la praxis.
-En tu disertación nos mostrabas cómo a través de nuestros teléfonos móviles o de nuestras computadoras o mismo desde nuestros Smart Tv estamos expuestos y vigilados, como en un gigantesco Gran Hermano…
-Estamos en un Gran Hermano gigante, totalmente vigilados. Si vamos a la Google Maps Time Line, podemos ver dónde anduvimos.
Creo que va más allá de un paralelismo con el Gran Hermano, que siempre se asoció con la idea de control por parte del Estado. Ahora además nos controlan las corporaciones, Google, Facebook, y todas las que quieran acceder a la información que nosotros proporcionamos a estas empresas.
-¿Se trata entonces de vigilar y controlar?
-Sí, quien tenga acceso a la Big Data con la información que proporcionamos genera perfiles que luego son utilizados con fines políticos y/o comerciales.
¿No te pasa que has estado buscando o hablando en casa sobre cambiar de refrigerador y al rato entras a ojear tu muro de Facebook y te aparecen varias publicidades con ofertas variadas de los últimos refrigeradores?
Y este es un ejemplo de algo casi inofensivo que se puede hacer, pero también se han dado casos de manipulación para fines políticos: recopilan tu perfil y te bombardean con propaganda de cosas que hará tal político si lo votas o te envían noticias falsas, las tan en boga fake news, sobre los adversarios.
-¿Cómo se vincula esta vigilancia con el aumento de la violencia en el campo?
-Quienes acceden a la información generalmente son quienes tienen dinero y poder. Por lo tanto, los grandes capitales pueden obtener con cierta facilidad muchos datos, ni hablar de la posibilidad de disponer de drones que vigilen zonas y personas.
Nuestro comportamiento ante las TIC puede permitir que estas grandes empresas manejen nuestros datos y eso nos torna completamente vulnerables porque cualquiera puede acceder a mi perfil, a mi dirección, a mi teléfono, a mi familia.
Hemos llegado a una etapa en que no nos importa la privacidad y ese comportamiento de la humanidad es preocupante porque estamos entregando datos que luego pueden y serán usados en nuestra contra.
Esto en el día a día del campo trae peligros grandes y reales y quienes tengan dinero serán quienes puedan dominar las tecnologías y van a seguir agrandando las desigualdades sociales y promoviendo la violencia.
-¿Cómo nos preparamos para enfrentar este escenario?
-Con conocimiento. Entendiendo las reglas del juego, siendo conscientes que la tecnología no es neutra, que de hecho es un territorio central de disputa donde está metido el gran capital.
De las 10 mayores empresas del mundo, seis son de tecnología. Su poder es enorme, porque controlan toda la cadena productiva, y con ella controlan la Big Data y nuestra vida.
Tenemos que abrir este debate, usar la tecnología a nuestro favor. Por eso estos espacios de activismo son tan importantes.
En Brasilia, Amalia Antúnez