La Rel conversó con Gisele Adão, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne de Criciuma y Región (SINTIACR) que representa a trabajadores y trabajadoras del sector frigorífico de la empresa JBS quien además de informar sobre la actual situación envió material audiovisual de la represión de la cual fueron víctimas.
“El pasado 19 comenzamos un paro porque las autoridades sanitarias vienen recomendando que no haya aglomeración de personas en sitios cerrados, a menos de un metro de distancia, y en los frigoríficos son 400 o 500 trabajadores por turno”, informa Gisele.
La dirigente explicó que ese viernes 19 un juzgado laboral de Forquilhinha accedió a la demanda del Sindicato de cerrar las plantas frigoríficas por medidas de sanidad, sin embargo esta ordenanza fue retirada en la mañana de hoy por presiones de JBS.
“Dicen que los servicios frigoríficos son esenciales para el abastecimiento de proteínas para la población, un absurdo porque al menos el 80 por ciento de lo que JBS produce es para la exportación”, se indigna Gisele.
Los trabajadores y trabajadoras de ambos frigoríficos catarinenses realizaron manifestaciones frente a las plantas y fueron reprimidos violentamente inclusive ya dentro de los locales por la policía civil y militar a mando de JBS.
“Estamos luchado por preservar nuestra salud, la de nuestra familia y la de toda la comunidad porque de nada sirve que hagan cuarentena unos, cuando nosotros tenemos que viajar hacinados en los transportes y después estemos unos al lado de los otros trabajando encerrados en ambientes fríos, es decir propicios para el virus”.
“Parece que los trabajadores de los frigoríficos no somos nada para la sociedad”, estalla.
Gisele cuenta que durante la represión les tiraron gases lacrimógenos y que detuvieron a Celio Elias, ex presidente y actual asesor del Sindicato.
“La situación es grave, la gente está yendo a trabajar con mucho miedo, la presión psicológica es tremenda porque el mensaje fue: ‘arriésguense a enfermar o a perder el trabajo’”.
La dirigente solicitó que se divulgue la situación que no se trata de un capricho del sindicato como hacen ver la prensa oficialista y las autoridades del gobierno sino que se trata de la salud de las personas.
“Para JBS los pollos envasados valen más que la vida de las personas”.