-¿Cómo analizas la actual situación de BRF?
-Se han tomado una serie de medidas que sabotean a la industria de la alimentación en general.
Sobre las cuestiones sanitarias que se desprenden de la operación “Carne Fraca” (insalubre), y que son el motivo por el cual las exportaciones de BRF están suspendidas, no hay verdaderamente malas condiciones aquí en Brasil.
Hace unos años tuve oportunidad de visitar un frigorífico de la compañía Swift, luego que JBS adquirió la unidad de Nebraska, Estados Unidos, y ahí sí pude ver no malas, sino pésimas condiciones de salubridad. Comparativamente, aquí las condiciones son de muy buenas a óptimas.
Por otro lado, se da un proceso de guerra comercial que trata de bloquear a aquellas compañías que se convierten en grandes potencias dentro del mercado.
Amén de la mala administración de la empresa, la situación de crisis que está padeciendo BRF tiene sobre todo un trasfondo político, muy vinculado a los casos de corrupción que involucran a altos jerarcas y a empresarios del sector y que son ampliamente divulgados por los medios masivos de comunicación alineados con el establishment.
-¿De qué forma ha afectado la operación “Carne Fraca” a las unidades de la empresa?
-En Carambeí el 100 por ciento de la producción de BRF es destinada al mercado europeo.
El cierre de ese destino generó pérdidas inconmensurables, porque esta medida no afecta sólo a los frigoríficos sino a toda la cadena productiva.
Por ahora en nuestra región no ha habido despidos masivos, sí licencia colectiva, que comienza el mes que viene, y existe una gran incertidumbre sobre lo que pasará una vez que se terminen las vacaciones.
-¿Qué opinas sobre la gestión administrativa de BRF?
-La operación “Carne Fraca” fue la gota que rebasó el vaso pero la crisis de BRF viene de antes, de una muy mala administración.
Desde que Abílio Diniz asumió la presidencia del Consejo Directivo se tomaron medidas muy malas para la compañía, que obviamente repercutieron sobre trabajadores y trabajadoras.
Uno de los graves errores de la administración Diniz fue una abierta política de enfrentamiento con los sindicatos que representan a los obreros del sector.
A partir de 2015 tuvimos grande problemas para negociar condiciones laborales con BRF.
Además de eso BRF apostó y perdió en varios rubros, desde la adquisición de nuevos productos hasta dejar ir a sus mejores ejecutivos, cooptados luego por la competencia (JBS); y haber contratado a personal no idóneo para administrar a la compañía.
Fueron demasiados errores que hoy estamos pagando todos y todas.
-¿Qué medidas están tomando los sindicatos para paliar en algo este momento?
-Nos acercamos a los fondos de pensión que detentan la mayoría accionaria de la compañía, Petros y Previ, para gestionar en primera instancia la destitución de Diniz y de su equipo de la presidencia del grupo.
Además desarrollamos un trabajo de información permanente entre los trabajadores y las trabajadoras de la empresa para que no entren en pánico.
No somos los responsables de que BRF haya llegado a este punto.
Estamos trabajando con las bases sindicales para decir a todos que si cambiamos ahora el rumbo de la empresa las cosas van a mejorar y vamos a salir de esta, estoy seguro.
Foto: Sintac