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La renovación conservadora del Congreso

Las elecciones de 2018 registraron una alta tasa de renovación en el Congreso Nacional y las asambleas legislativas estaduales. El fenómeno, producto del rechazo a la dirigencia política actual, estuvo lejos de satisfacer los anhelos de los trabajadores.

La Cámara Federal de Brasil fue renovada en 47,3 por ciento, su mayor nivel desde 1994. En el Senado, el proceso fue aún más intenso, con 85 por ciento de legisladores nuevos, un récord histórico.

La representación de los trabajadores, sin embargo, sufrió un duro golpe. La bancada de los trabajadores alcanzó apenas 33 diputados, contra los 51 de la elección anterior. Habrá entonces menos parlamentarios en la línea de frente en defensa de la clase obrera.

La bancada de la bala, un nicho conservador formado por diputados vinculados a las fuerzas de seguridad, obtuvo por el contrario 32 diputados y 4 senadores, un crecimiento de 71 por ciento respecto a la legislatura anterior.

En la cámara baja, el Partido Social Liberal (PSL) [de Jair Bolsonaro], de retórica contraria al movimiento sindical y a la defensa de los derechos laborales, consiguió 52 escaños. Con esta cifra se convirtió en la segunda mayor bancada de la Cámara, e incidirá fuertemente en las decisiones del Congreso.

Todavía no se sabe el número de integrantes de la bancada ruralista, ni tampoco el de la bancada patronal, pero la evangélica, que suele ser contraria a los intereses de trabajadores y trabajadoras, creció de 150 a 180 diputados en la Cámara Federal. En el Senado, subió de 3 a 8 integrantes.

Segunda vuelta

Para el movimiento sindical, el panorama general es preocupante. Debemos continuar nuestra lucha para sensibilizar a la clase trabajadora y lograr que se movilice.

Hay aún otra batalla que dar. En la segunda vuelta electoral estamos ante una propuesta negadora de derechos, que se propuso incluso la creación de un registro de trabajo diferenciado para trabajadores y trabajadoras que acepten perder la protección del Código Laboral (CLT).

El fin del 13 salario, una atrocidad defendida durante la campaña por Jair Bolsonaro, ha recibido un rechazo, pero tímido, débil.

El 28 de octubre será necesario un último esfuerzo de compromiso político. Las fronteras son claras. De un lado están quienes defienden la cruel Reforma Laboral de Michel Temer, y del otro quienes se proponen revocarla.

Quienes la defienden también manifiestan un total desprecio por los sindicatos y consideran a los derechos laborales como un obstáculo para la generación de empleo. Ese discurso anti trabajador no merece salir victorioso.

¡A la lucha, compañeros!

 


Artur Bueno Júnior*
Presidente interino de CNTA Afins