No le temo a la vida
Le temo a no vivir
(Gilmar Ramos, Campos Alegre, BA
Cordel de la Juventud de Nordeste)
Escribo con el encanto y la alegría que la esperanza trae cuando nos encontramos con nuevas posibilidades de futuro.
Hay profundos cambios en los paradigmas estructurantes del sistema productivo. Eclosionan, aunque no plenamente visibles, nuevas formas de producción de energía, de comunicación y de transporte, que promueven transformaciones disruptivas.
El sistema productivo, inmerso en cambios tecnológicos, está creando otro mundo. La máquina reemplaza el trabajo humano. La desregulación del trabajo permite despedir y precarizar, causa inseguridad, fragiliza y suprime la protección social. Las relaciones sociales y la cultura también se modifican.
Un movimiento capaz de imponer paradigmas alternativos a los dominantes tiene que asumir el desafío de un enorme esfuerzo innovador. Será necesario pautar a la sociedad para que se debate sobre las múltiples dimensiones de la vida y la forma de producirla.
El desafío será -como en el pasado ha sido – movilizar a la sociedad para la construcción de otro mundo posible y mejor, orientado por principios de igualdad, libertad y solidaridad, por una utopía que convoca a los corazones a luchar, porque solo habrá un futuro inédito si hay lucha.
Este movimiento solo emergerá si la juventud ocupa espacios, si asume su protagonismo y, con osadía, es capaz de correr riesgos. La audacia para cuestionar las verdades que se colocan como definitivas también exige irreverencia.
Los jóvenes, en la plenitud de la vida que irrumpe, tienen una mirada innovadora sobre la realidad.
Esta semana me encontré con un grupo de unos 300 muchachos y muchachas reunidos por la Confederación Nacional de los Trabajadores en la Agricultura (CONTAG), que debatieron sobre acciones, luchas y organización de los jóvenes trabajadores rurales.
El proyecto Joven Saber moviliza a jóvenes de todas las unidades de la Federación y apunta, entre otras acciones, a la formación de la juventud, al acceso a la tecnología y a la innovación para incrementar una producción alimentaria sana y sostenible.
Esta juventud quiere tener acceso a la educación y que esa educación sea de calidad.
Estos jóvenes quieren producir en un sistema que sea solidario y cooperativo, que se realice en el marco de un proyecto de distribución justa.
Quieren políticas públicas con fines sociales, políticas de inversión productiva, que generen crecimiento económico y desarrollo social. Quieren justicia, quieren amar y quieren ser felices, como muchos. Eso vale una vida, como dijo Gilmar.
Juntos, graciosos, revelam nos encontros sua mística para a luta. Sim, porque sabem que não haverá um mundo justo e solidário sem muita luta contra o poder dominante em todos os níveis e espaços. Esses jovens sabem que a caminhada é longa e que a tarefa será cada vez mais deles.
En sus encuentros demuestran su mística para la lucha. Saben que no habrá un mundo justo y solidario sin pelear duramente contra el poder dominante a todos los niveles y en todos los espacios. Estos jóvenes saben que el camino es largo y que la tarea será cada vez más de ellos.
Los jóvenes no son el futuro; más bien el futuro será de los jóvenes. Y ellos saben que el futuro les pertenecerá efectivamente si son capaces de hacerse presentes política, social y económicamente. Será su capacidad de intervención creativa, irreverente, provocativa y osada la que nos obligará a cambiar.
La juventud trae la gracia de la alegría y un nuevo estímulo para unirnos en la lucha.
Que el movimiento sindical se refleje en el ejemplo de los jóvenes del medio rural y en tantos otros jóvenes de los movimientos sociales.
Particularmente entusiasmante resultó ver a las mujeres ocupar todos los puestos de la coordinación del Movimiento Joven Saber, ejerciendo su protagonismo creativo y promoviendo cambios para impactar en todo el movimiento sindical.
¡Abran sus alas a esta muchachada! En este presente trágico, ellos tendrán la tarea de construir nuevas posibilidades de un futuro que será cada vez más propio.
Clemente Ganz Lúcio*
Nota: destacados Rel-UITA
*Sociólogo, director técnico del DIEESE