-¿Cómo analizas esta sociedad con CNTA?
-Con relación a la unidad entre ambas confederaciones debemos analizar que el contexto en el que estamos ya no permite los individualismos.
Este gobierno, que remonta a la destitución de Dilma Rousseff y la asunción de Michel Temer hasta la elección de Jair Bolsonaro, llegó con el claro objetivo de eliminar a los sindicatos y explotar al máximo a los trabajadores y trabajadoras, destruir derechos sociales y laborales.
En medio de esa vorágine era necesario actuar en unidad y en eso estamos.
Aunque no se trata de una fusión y sí de una alianza estratégica con CNTA, esto nos fortalece y nos permitirá enfrentar con mayor entereza lo que está en curso y lo que vendrá.
-Hace unas semanas enviaron una nota a las empresas y al gobierno -que la Rel UITA también firmó- solicitando condiciones sanitarias en la industria de la alimentación. ¿Cómo va esa gestión?
-Sobre ese tema seguimos trabajando y con BRF, una de las principales productoras de proteína animal del país, se está dialogando y negociando un convenio de emergencia.
La Rel UITA ha participado en las reuniones virtuales previas y hemos avanzado en que la negociación sea con las dos confederaciones y no por sindicato.
Hoy jueves 16 tendremos una entrevista con la empresa para avanzar en lo que refiere al protocolo de condiciones sanitarias ante la pandemia.
Hemos exigido a todas las compañías del sector la reducción del 50 por ciento del personal en las fábricas y frigoríficos para evitar las aglomeraciones en la línea de producción, en vestuarios, comedores, transporte y prevenir un contagio en masa.
Desafortunadamente, desde el gobierno federal no hay coherencia y los empresarios están yendo en esa línea. Ya hay varios trabajadores y trabajadoras de frigoríficos que dieron positivo al COVID-19.
-Por otra parte el sector de la alimentación es uno de los menos afectados en términos de desempleo.
-Sí, nuestro sector permanece en actividad y somos el único ramo de la industria que no ha sido tan afectado por la crisis.
Creo que es hora de reivindicar y retomar la idea del Banco de Alimentos, un antiguo pedido de nuestra central sindical que consiste en mantener un stock regulado para momentos de crisis como el actual y de esta forma poder auxiliar a aquellos que menos tienen.
Ahora el gran debate que debemos dar como confederaciones es el enorme retroceso en políticas públicas sociales que se viene gestando desde el gobierno de una manera muy articulada y diría hasta inteligente.
El señor que está en la Presidencia está haciendo el papel de bufón del rey, diciendo que la pandemia es una gripecita y enfrentándose públicamente con su ministro de Salud, confundiendo a la población. Pero tiene detrás a un equipo que opera en contubernio con el Congreso.
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Han sancionado leyes que lesionan los derechos laborales, como la aprobada ayer 15 de abril referente al contrato de trabajo Verde e Amarelo.
Con la excusa de un programa para generar empleo, eliminaron la contribución a la previsión social, disminuyeron el aporte al Fondo de Garantía de Servicios (FGTS) y limitaron la acción sindical, porque la ley avala la negociación individual entre empleador y empleado, entre otras aberraciones.
Ahora más que nunca las organizaciones sindicales debemos estar a la altura de las circunstancias y defender con todas las fuerzas a los trabajadores y trabajadoras que están en la primera línea.
Contamos con la Rel UITA para eso y estamos a las órdenes también.
En Montevideo, Amalia Antúnez
