La movilización y las gestiones realizadas por CONTAG fueron recompensadas cuando el gobierno decidió retroceder en su determinación de anular esas tasas.
La Confederación presionó por varios medios para que el gobierno cambiara la medida: envió notas públicas, coordinó acciones con la Cámara de Industrias Lácteas, y solicitó una entrevista con la ministra de Agricultura, Tereza Cristina.
Durante la reunión, Cristina informó que todo el sector coincidía en esa demanda y que para su ministerio atenderla era una “prioridad máxima”.
Inmediatamente se notificó que el gobierno elaborará un decreto estableciendo un impuesto de 14,8 por ciento para la leche proveniente de la UE, que se sumará al 28 por ciento de la tasa normal de importación.
Para CONTAG, si el gobierno no retrocedía en su decisión, la agricultura familiar hubiese sido la más impactada por la apertura del mercado a la leche
europea, generando desempleo, caída de los ingresos de los productores y más endeudamiento, entre otras consecuencias.
CONTAG exige ahora la publicación urgente del decreto para que el sector lechero vuelva a la normalidad, al tiempo que solicita del gobierno mayor cautela en sus futuras decisiones y que dialogue con la sociedad y las categorías involucradas.