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¡No al PL 1904!

El aborto legal es un derecho, no un crimen

La Cámara de Diputados brasileña aprobó el miércoles 12 el régimen de urgencia para el Proyecto de Ley 1904/24, que equipara el aborto de gestaciones superiores a 22 semanas con el homicidio.

FTIA-RS

20 | 6 | 2024


Foto: Brasil 247

Los proyectos con urgencia pueden ser votados directamente en el plenario, sin pasar antes por las comisiones de la cámara.

Ante este escenario, la Federación de Trabajadores de las Industrias de la Alimentación del Estado de Rio Grande do Sul (FTIA-RS) emitió una nota repudiando vehementemente el proyecto presentado por el diputado federal ultraderechista Sóstenes Cavalcante (PL-RJ).

A continuación, transcribimos el texto completo de esa declaración.

Actualmente, para gestaciones superiores a 22 semanas, fruto de violación, el aborto es legal. El PL 1904 quiere equiparar esta conducta al crimen de homicidio.

Ocurre que, bajo diversos absurdos, la propuesta del PL 1904 es cruel e inaceptable.

Jurídicamente es inconstitucional y, además de retroceder en derechos humanos adquiridos, va en contra de acuerdos internacionales firmados por Brasil.

E, sob aspecto social, fere, no mínimo, a autonomia da mulher para decidir sobre o destino do seu próprio carpo, tratando-se de latente misoginia.

Desde la perspectiva humana y psíquica, impone a la mujer una revictimización: es decir, no basta con haber sido violada, deberá dar a luz al fruto del crimen para librarse de una gravísima pena que pasa a ser mayor que la del propio violador.

Y, desde el aspecto social, vulnera, como mínimo, la autonomía de la mujer para decidir sobre el destino de su propio cuerpo.

Por si fuera poco, la gran mayoría de las mujeres que estarían sujetas a semejante atrocidad jurídica serían jóvenes e incluso niñas, negras y pobres, cuyo acceso al sistema de salud, como se sabe, es siempre dificultoso.

En síntesis, el infame PL del Estupro, como ha sido vulgarmente (pero justamente) llamado, remonta a los peores tiempos de la Edad Media, evidenciando la intención de retroceso en las costumbres y en la legislación por gran parte de los congresistas que ignoran los derechos adquiridos e intentan imponer, como “moneda de cambio” pautas repugnantes como este PL.