El pasado 14 de marzo se cumplieron dos años de la ejecución de la concejala y lideresa social, activista por los derechos de las personas LGBTI y de los negros y pobres Marielle Franco.
Marielle fue emboscada al regresar de un acto de su partido, el PSOL, y su auto fue acribillado a balazos. Su chofer Anderson Gomes también fue asesinado.
Son muchas las teorías sobre quiénes ordenaron el crimen, pero lo cierto es que hasta ahora no hay nadie que responda por los hechos y su muerte sigue impune aunque su lucha se convirtió en un símbolo de resistencia para defensores y defensoras de los derechos humanos de todo el mundo.