Según el presidente del Sindicato de Trabajadores Rurales, Vanderly Almeida, el primer rescate se dio a principios de enero, en una plantación de arroz en la frontera oeste; fueron rescatados nueve trabajadores, incluido un adolescente de 15 años.
También según el presidente del sindicato, la Policía Federal y los fiscales laborales acudieron al local a través de uno de los trabajadores de la plantación de arroz, que prestaba servicios para una empresa tercerizada y que logró enviar una localización, haciendo así la denuncia a la policía.
“Siempre advertimos e informamos a nuestros trabajadores en programas de radio sobre el riesgo de falsas promesas de trabajo”, dijo Vanderly Almeida, del sindicato São Borja.
“Aquí siempre estamos atentos a la situación de los trabajadores, pero últimamente han aparecido empresas que tercerizan servicios y contratan irregularmente para cosechar arroz, es absurdo”.
El 3 de febrero, un mes después del primer rescate, los fiscales del trabajo y la policía federal regresaron a São Borja, tras una denuncia del Sindicato, y nuevamente encontraron una situación análoga a la esclavitud en las plantaciones de arroz en el estado de Rio Grande do Sul.
En este operativo fueron rescatados otros siete trabajadores, quienes se encontraban en condiciones degradantes desde hacía dos meses, sin equipo de seguridad para la aplicación de agrotóxicos al arroz y alojados en lugares insalubres.
El presidente de CONTAR, Gabriel Bezerra, oriundo de Rio Grande do Sul, está dando seguimiento al caso y señaló que tradicionalmente la región no tenía esta práctica laboral degradante.
“Después de la reforma laboral, pasó todo lo que denunciamos: trabajo precario y salarios bajos, además del riesgo del trabajo esclavo. Nuestros sindicatos están en la base, orientando, denunciando y fiscalizando para evitar estas prácticas, pero es necesario que el gobierno intensifique las inspecciones para evitar el trabajo esclavo en Brasil”, dijo Gabriel Bezerra.
Según los agentes de la Policía Federal que realizaron los rescates en São Borja, los trabajadores fueron alojados en locales insalubres.
En los dos establecimientos arroceros los trabajadores aplicaron pesticidas sin usar equipo de protección y tuvieron contacto directo con el producto en la piel e incluso lo aspiraban por falta de mascarillas.
El fiscal del Ministerio Público de Trabajo del estado (MPT-RS) que acompañó el caso, Hermano Martins Domingues, dijo que los rescatados reportaron problemas de salud por el contacto con el agrotóxico, entre ellos mareos y desmayos.
El sindicato local de São Borja, la Federación de los Asalariados y Asalariadas y CONTAR recibieron denuncias de otras plantaciones de arroz en el estado que mantienen a los trabajadores en condiciones degradantes.
Los 16 trabajadores rescatados fueron indemnizados y trasladados a los municipios de origen, con todos los gastos a cargo de los empleadores y acompañados por los inspectores del MPT.