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Mujer y sindicato
Con Samara Souza

Convenciones colectivas
que garantizan derechos

A fines de mayo, las federaciones de trabajadores, asalariados y asalariadas rurales del Nordeste de Brasil, ambas pertenecientes a la CONTAR, organizaron un encuentro de mujeres en Natal, capital de Rio Grande do Norte, que tuvo como eje temático el género y los derechos humanos en las empresas. En esa ocasión conversamos con Samara Souza, una joven dirigente y asalariada rural de Juazeiro, Bahía, que es además activa participante de las actividades del Clamu.

Amalia Antúnez

15 | 06 | 2022


Samara Souza | Foto: Amalia Antúnez

-¿Cómo evalúas este encuentro?
-Fue altamente positivo, en especial porque nos permitió ver las diferentes realidades a pesar de la cercanía geográfica.

Como asalariada rural debo decir que me sorprendió y me angustió mucho saber lo que viven mis compañeras en Rio Grande do Norte, que a algunas no les permitan ni ir al baño cuando lo necesitan, el acoso moral y la persecución por formar parte del sindicato.

Afortunadamente nunca me tocó vivir lo que ellas, ni como trabajadora ni como dirigente sindical.

Este fue un primer paso, junto con la reciente creación de la Comisión Nacional de Mujeres de la CONTAR, para construir estrategias que mejoren la realidad de estas compañeras.

El sindicato, un instrumento fundamental

-¿Incide también el tipo de sindicalismo que se desarrolla en estas regiones?
-Los sindicatos son el instrumento de la clase obrera brasileña para enfrentar los embates de este gobierno, que recorta recursos y no genera políticas de desarrollo para los asalariados y las asalariadas rurales.

Encuentros como este de Natal o como los de intercambio que promueve la CONTAR son fundamentales.

Nos permiten acercarnos a realidades diferentes, escuchar a las compañeras y desde el sindicalismo poder mejorar las condiciones de aquellas trabajadoras que carecen de tantos derechos e intercambiar experiencias de acciones positivas, como la inclusión de cláusulas de género en las convenciones colectivas.

-¿Por ejemplo?
-En la convención colectiva del Vale do Sao Francisco introdujimos cláusulas que refieren a la discriminación por cuestiones de género en el trabajo; una que ofrece el servicio de guardería para las trabajadoras y el sindicato logró aumentar de cuatro a seis meses la licencia maternal sin pérdida salarial en las empresas que no cuentan con ese servicio.

Tenemos también una cláusula específica que garantiza la lactancia durante los primeros seis meses de vida del hijo o la hija y otra que mejora la licencia en caso de aborto espontáneo, de dos a cuatro semanas.

Por otra parte, contamos con cláusulas que penalizan el acoso moral y sexual y la violencia en el ámbito laboral. Si se detecta algún caso de este tipo las empresas deberán punir a los agresores y dar soporte a las mujeres que lo sufren.

El machismo de los compañeros

-Otro tema que fue recurrente durante el encuentro fue que existe mucho machismo aún en el ámbito sindical…
-Desafortunadamente sí. Si bien hemos logrado cambiar algunos paradigmas y ya hay más sindicatos que abren espacios reales de participación a las mujeres más allá de las cuotas sindicales, la inmensa mayoría sigue siendo muy machista.

La Comisión Nacional de Mujeres de la CONTAR busca ser una herramienta para empoderar a las asalariadas de todo Brasil, ser un espacio donde podamos expresarnos y elaborar estrategias comunes para avanzar en políticas de género desde la interna de los sindicatos.

De los relatos de las compañeras podemos notar que todavía falta mucho trabajo por hacer, pero vamos abriendo caminos con el respaldo de organizaciones hermanas como la Rel UITA y Oxfam Brasil, que nos apoyan en la realización de estas actividades.