-¿Cómo surge este proyecto y de qué trata?
-La Casa Aurora alberga a personas LGBTI en condiciones de vulnerabilidad social, es decir a aquellas personas que fueron expulsadas de sus casas o que viven en hogares tóxicos, sobre todo en tiempos de pandemia, que profundizó la convivencia y el encierro.
La idea surgió del corazón de Joao Hugo y Selena, un matrimonio que acogía a personas LGBTI en su casa.
Ellos se dieron cuenta que estas personas eran dejadas de lado en las fiestas navideñas y el proyecto se inició como “Navidad de la Inclusión” y luego, ante la alta demanda, se vio que era necesario tener un espacio de acogida.
La Casa Aurora está abierta desde 2018.
-¿Cuáles son los principales objetivos del proyecto?
-Principalmente lograr la reinserción de esas personas en sus familias, y también que tengan un oficio que les ayude a la hora de buscar trabajo.
La mayoría de las personas que albergamos son transexuales, que son quienes tienen mayores dificultades a la hora de buscar un empleo formal.
A las familias les cuesta mucho más aceptar que un hijo o hija cambie de género, es un proceso difícil que no siempre podemos sortear porque aquella madre que tuvo un hijo varón no siempre acepta que se convierta en mujer, o viceversa.
El machismo en el medio sindical, un obstáculo
-Con relación a las dificultades para incorporar a personas LGBTI en el mercado de trabajo, ¿tienen alianzas con alguna organización de trabajadores que pueda facilitar el nexo?
-No. De hecho, esta idea fue planteada en la reunión que tuvimos con el Clamu el 23 de junio, y es algo que vamos a analizar.
Sabemos que no será sencillo, puesto que las dirigencias sindicales aquí en Bahía son mayoritariamente ocupadas por hombres, que son en su amplia mayoría muy machistas lo que dificulta el acercamiento.
Pero vamos a hacer el intento, quién sabe si con la ayuda de la Rel UITA no podemos vencer esas barreras.
-¿Cuál es el presupuesto y cómo se financia la Casa Aurora?
-Principalmente en base a donaciones. Actualmente tenemos capacidad de albergar a 11 personas más el coordinador. El presupuesto mensual ronda los 10.000 reales (unos 2.000 dólares) que abarca alquiler, comida, higiene, insumos para los cursos que ofrecemos, etcétera.
Además, la Casa cubre las necesidades de algunos de los ex habitantes que no pudieron volver con sus familias y se fueron a vivir con algún otro pariente o con algún amigo. Les ofrecemos una canasta con productos básicos.
Ahora estamos ampliando las instalaciones para poder recibir a 20 personas. Es un proyecto ambicioso que esperamos se pueda concretar para fines de 2022.
Nuestro objetivo es llegar a atender a 50 personas en la casa. Esa es nuestra próxima meta.
-¿Qué deben hacer aquellas personas u organizaciones que quieran contribuir con este proyecto?
-Se pueden comunicar conmigo a través de las redes sociales de Casa Aurora o de Familias por la Diversidad.
La Casa Aurora y Familias por la Diversidad cuentan con diferentes convenios para la atención médica, psicológica y social de las personas LGBTI en Salvador de Bahía.
Además de un espacio físico para aquellas personas que no tienen hogar, los colectivos brindan una contención emocional tanto a las personas LGBTI como a sus familias.
Asimismo, contribuyen a los tratamientos de hormonización cuando es necesario, y disponen de un equipo multidisciplinario que monitorea cada caso.
Si quieres contribuir con este proyecto acércate a través de @aurora_casalgbt en IG y Facebook @familiasporladiversidad.