
“Ha sido un éxito por los participantes, por la capacidad de los sindicatos de reunir tantas personas para discutir sobre los avances y los problemas relacionados con la salud y la seguridad en los frigoríficos del país”, dijo.
Para Sardá, en la actual coyuntura de arremetida contra derechos conquistados y la posibilidad de un profundo retroceso en la legislación laboral “se torna fundamental que el movimiento sindical continúe movilizado para frenar estos retrocesos”.
-¿Y el MPT qué papel juega?
-El Ministerio Público de Trabajo está firmando, en paralelo, acuerdos con las grandes empresas del sector frigorífico para reducir el ritmo laboral, que es uno de los principales factores de riesgos ocupacionales en la actividad.
Las pausas, estipuladas en la NR36, no fueron suficientes per se para minimizar las lesiones causadas por la reiteración de los movimientos repetitivos.
Pero estos acuerdos requieren de una fiscalización que muchas veces es compleja y es ahí cuando el MPT necesita formalizar alianzas con las organizaciones sindicales.
-¿Qué importancia tiene la cooperación entre el Ministerio y la Rel UITA?
-La Rel UITA realizó una excelente campaña internacional de denuncia de las condiciones laborales en la industria frigorífica de Brasil, que concluyó con la homologación de la norma reguladora 36 en 2013, pero el papel de la Regional no se limitó a eso.
Desde esa fecha hasta hoy, ha sido fundamental en la difusión de la NR36 y en el monitoreo de su efectiva implementación, además de organizar encuentros como este que promueven alianzas de trabajo y la unidad de acción sindical en un país donde el movimiento obrero está lastimosamente atomizado.
En Florianópolis, Amalia Antúnez