Con Andrea Coinu
Directivo de la italiana Flai-Cgil participó del Congreso de la CONTAG
Gerardo Iglesias
7 | 4 | 2025

Andrea Coinu | Foto: Gerardo Iglesias
Del 1 al 3 de abril, en Luziânia, estado de Goiás, se llevó a cabo el 14° Congreso de la Confederación Nacional de los Trabajadores Rurales Agricultores/as Familiares (Contag). La actividad fue ocasión de encuentro e intercambio entre la reconocida organización brasileña y la italiana Federación trabajadores agroindustria (Flai-Cgil).
Andrea Coinu, responsable de políticas internacionales de la Flai-Cgil conversó con La Rel sobre esta importante experiencia.
“Son varias las cosas que me impactaron. La primera tiene que ver con la magnitud de la Contag, algo muy desproporcionado respecto a la realidad sindical italiana y europea.
Dos mil delegados y delegadas, personas que tardan días en llegar, espacios inmensos para las actividades. La verdad que me quedé muy impresionado”, aseguró Coinu.
Otro elemento que destacó el directivo de la Flai fue la relación muy profunda que existe entre las nuevas generaciones de cuadros y las figuras más emblemáticas de la organización brasileña.
“En la Contag la juventud es protagonista y quedé impresionado por la relación muy cercana, el vínculo y la conexión que la gente tiene con las figuras que contribuyeron, a veces a costa de su propia vida, a que la organización llegara a ser lo que es 60 años después”, dijo Coinu.
El 14° Congreso eligió a la joven compañera Vania Marques Pinto como la nueva presidenta de la Contag.
“Me parece muy importante, no sólo por ser mujer, sino porque también es una gran activista feminista. Junto a su organización lleva adelante políticas muy modernas que ponen al centro el rol protagónico de la mujer”, explicó el dirigente.
“Además, percibí una total aceptación de parte de la gran mayoría de delegados y delegadas. Seguramente esto es maravilloso y es verdaderamente interesante”, agregó.
Por último, Andrea Coinu hizo énfasis en la necesidad de un cambio de la agricultura predominante y extractivista.
En Italia, explicó, en los últimos 40 años ha desaparecido más de la mitad de las empresas agrícolas, y con ellas muchas de las actividades del sector.
También hay una fuerte disminución de las tierras cultivadas y un aumento importante de la concentración de las actividades agrícolas y de la dimensión de las empresas.
“Italia tradicionalmente ha tenido pequeños productores agrícolas que, juntos, producían lo que el país necesitaba. Actualmente, la situación ha venido polarizándose, algo típico del capitalismo, con muy pocos productores que controlan la mayoría de las tierras cultivables y que definen el mercado”, advirtió Coinu.
La polarización típica de este modelo de desarrollo genera desigualdades cada vez más profundas.
En Europa el 75 por ciento de los financiamientos para la agricultura son controlados por el 25 por ciento de las empresas.
“Necesitamos de políticas redistributivas del bienestar y, por supuesto, redistributivas de la tierra. Necesitamos de una nueva agricultura, de un nuevo paradigma que promueva la agroecología, la producción sostenible, con pequeños y medianos productores que salvaguarden el medio ambiente”, concluyó Coinu.