“La empresa busca desestabilizar a los trabajadores y su desafiliación de los sindicatos para así poder despedirlos con la faceta de la renuncia voluntaria” y pretende tercerizar toda su operativa para evitar pagar lo estipulado en el convenio colectivo, afirmaron.
A algunos trabajadores los han encerrado en el local de trabajo para obligarlos a renunciar. Literalmente, los secuestraron.
Cuenca, secretario general del gremio, es objeto de una campaña particular de desprestigio: lo han acusado incluso de actos de “terrorismo” ante la justicia.
“Buscan despedirme por medio de una audiencia disciplinaria y criminalizar mis denuncias ante la Tercera y Cuarta Fiscalía”, denunció.
Denuncias formuladas por el sindicato no tuvieron eco en el Ministerio de Trabajo, a pesar de que la empresa “no lo ha respetado en lo más mínimo”.
Una congresista, Indira Huilca, “no creía el accionar de la empresa internacional hasta que lo constató”, dijeron los dos gremialistas.
“Últimamente el accionar de la empresa se ha intensificado”, dijo Cuenca.
La lucha del Sindicato Nacional de Trabajadores de Backus ha recibido el respaldo de numerosos gremios del sector de toda América Latina, en especial de los afiliados a la Rel-UITA.
Fuente: Expreso.com