Inmediatamente después fue identificado el hongo Fusarium Raza 4 Tropical (T4R) en dos fincas en La Guajira, que diezmó plantaciones en varias regiones del mundo.
Entonces Sintrainagro y Augura organizaron y pusieron en marcha un estricto plan de contingencia y prevención, para lo cual se efectuaron múltiples reuniones en todas las fincas de Urabá.
En el presente año entra en escena el coronavirus. Augura entiende que no puede enfrentar los desafíos evadiendo a Sintrainagro y el Sindicato sabe que luchando en solitario el virus se hace más letal.
Y de nuevo Augura y Sintrainagro activan las medidas biosanitarias por todos conocidas, amplifican recomendaciones por los canales de información de la región y notifican sobre la pandemia en cada finca.
Sintrainagro y Augura demuestran una vez más que es posible implementar un modelo de relacionamiento laboral en el que empresarios, trabajadoras y trabajadores, defendiendo cada uno sus propios intereses, pueden llegar a acuerdos y avanzar en un ámbito democrático.
Demostraron, por ejemplo, que 906 trabajadores y trabajadoras con problemas de salud pueden permanecer en sus casas gozando de los beneficios contemplados por la convención y que en las fincas es posible laborar sin correr riesgos.
Este modelo de dialogo social, que la Rel UITA reconoce explícitamente, desmonta los argumentos de todos aquellos que hablan de la peligrosidad de unas organizaciones sindicales fuertes y de los convenios por rama de industria y adhieren a políticas motivadas por el autoritarismo y la intolerancia.