“Fue una zafra muy exitosa. Después de varios años, el Ingenio Taboga volvió a ocupar el primer lugar en producción de caña entre los 12 ingenios que tenemos en Costa Rica.
Esto habla mucho del esfuerzo y del trabajo que hemos desempeñado los trabajadores, las trabajadoras y la patronal”, dijo a La Rel, Lisseth Traña, Secretaria de Actas y Finanzas del Sintraica.
Explicó que como sindicato acompañaron y fiscalizaron el proceso de liquidación de los contratos, tanto del personal de planta como de las personas contratadas por el período de zafra, que en su mayoría son migrantes nicaragüenses.
“Garantizamos que se cumpliera lo que dice el contrato y que se respetaran sus derechos”, manifestó.
No fue una zafra fácil. La repentina e inesperada explosión de la pandemia de Covid-19 obligó al sindicato y a la empresa a juntar esfuerzos para enfrentar la emergencia.
“Cuando las autoridades nacionales dieron a conocer los protocolos para prevenir la infección, de inmediato la empresa activó varias medidas.
El sindicato ̶ continuó Traña ̶ se integró y acompañó este esfuerzo. Nos sentamos con la empresa, hicimos aportes y propuestas.
En fin, fuimos parte activa durante todo el proceso y seguimos siéndolo porque la emergencia no ha terminado”.
En especial, el Sintraica se encargó de transmitir toda la información a trabajadores y trabajadoras, velando por que cumplieran con protocolos y medidas sanitarias.
Para que la zafra pudiera concluir exitosamente y los trabajadores salvaguardar su salud, la empresa, en consulta con el sindicato, adoptó varias medidas.
Se duplicó y hasta triplicó la frecuencia de recorridos del transporte para las y los trabajadores, garantizando así la distancia entre personas en las unidades. Lo mismo se hizo en los camiones que los llevaban hasta el lugar de trabajo.
“En cuanto a los comedores, se habilitaron otros espacios donde poder consumir los alimentos y se garantizaron horarios escalonados para evitar las aglomeraciones.
También logramos ordenar y asegurar las condiciones de seguridad en los campamentos de los trabajadores migrantes. Se les capacitó e informó sobre medidas y protocolos”, explicó Traña.
Lamentablemente, las autoridades sanitarias exigieron una reducción del número de personas presentes en los campamentos, pero no fue posible encontrar otro espacio donde reubicarlas.
Es por eso que, faltando 15 días al cierre de la zafra, el Ingenio Taboga tuvo que interrumpir el contrato laboral de unos 150 cortadores de caña, garantizándoles todos sus derechos adquiridos.
Actualmente en la empresa siguen trabajado unas 600 personas. El 80 por ciento de ellas saldrá de vacaciones la próxima semana.
“Ha habido momentos difíciles y sabemos que nos va a tocar seguir luchando, pero sentimos que con la nueva administración de la empresa hemos podido lograr avances importantes.
Las relaciones obrero-patronales se han encauzado hacia una dinámica de diálogo, comunicación y transparencia.
Esto va a permitir avanzar más y encontrar soluciones a los problemas”, concluyó la Secretaria de Actas y Finanzas del Sintraica.
En Managua, Giorgio Trucchi | Rel UITA