Centrales y sindicatos se movilizan en São Paulo ante la negativa de las patronales a ofrecer un reajuste laboral que cubra al menos la inflación.
Ayer 28 de junio, la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de São Paulo (Fetiasp), la Confederación Nacional de Trabajadores de la Alimentación(CNTA Afins) y sindicatos que representan a trabajadores del sector azucarero, realizaron un piquete frente a las plantas de las transnacionales del sector.
Dirigentes y representantes de los trabajadores manifestaron frente a las oficinas de Louis Dreyfus Commodities (LDC) y Raízen.
En diálogo con La Rel, el presidente interino de Fetiasp, Antônio Vítor, informó que las negociaciones no avanzan debido a la intransigencia de las cámaras empresariales, que niegan un reajuste salarial que contemple el IPC del período.
“Proponen un aumento de cerca de un 7 por ciento, cuando la inflación es de casi 10 por ciento. Por esa razón comenzamos a movilizarnos, primero ante las oficinas administrativas, ayer 28 y más adelante estaremos organizando a los trabajadores directamente en los ingenios y en el campo”, señaló.
El dirigente no descarta la posibilidad de medidas de fuerza más drásticas en caso que la patronal no revea su postura.
Por su parte, Artur Bueno Júnior, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación de Limeira, que representa a operarios del sector de la caña de azúcar, señaló que la crisis es una excusa que empresas que tienen amplias ganancias esgrimen para sacrificar aún más a sus trabajadores, negándoles lo mínimo.
“Este tipo de comportamiento es inadmisible”, disparó.
LDC controla Biosev, la segunda mayor empresa del sector sucroenergético de país, y posee 16 usinas en Brasil.
A su vez Raízen es una jointventure entre Shell y el grupo Cosan, principal compañía del segmento.
Las trabas en las negociaciones salariales afectan a unos 300.000 trabajadores del sector.
Fotos: CNTA