Difícil precisar cuántos años hace que conocemos a Mónica Baltodano. Recuerdo que participamos activamente a principios del 2000 en Nicaragua en las campañas en favor de los miles de afectados por el agrotóxico Nemagón (DBCP) −producto que se convirtió en un asesino en serie en Centroamérica− y respaldando la lucha de la legión de trabajadores del sector cañero del municipio de Chinandega victimas de insuficiencia renal crónica.
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