La literatura académica ya había mostrado que la concentración de personas en los cruceros, tanto tripulación como pasajeros, potencia la transmisión de enfermedades. El COVID-19 no podía coger por sorpresa a las empresas de cruceros. El riesgo era de sobras conocido.
Esclavos en el mar
La empresa de cruceros fue condenada por tribunales brasileños por imponer jornadas excesivas sin los requeridos descansos.