El 17 de agosto los STIA y la FTIA llevaron a cabo una movilización en rechazo a la “escalada de precios, la devaluación influenciada por sectores de poder y el aumento de la pobreza” y para reivindicar “la importancia de las paritarias como instrumento” de defensa del poder adquisitivo de los salarios.

También para destacar la incidencia de “los medios concentrados del poder y la producción”, en especial las grandes empresas del sector de la alimentación, en la situación que está viviendo actualmente Argentina.

“Son las empresas alimentarias las que más han ganado, son las que continuaron trabajando incluso en la pandemia, y que con la indiscriminada remarcación de precios de toda la cadena de producción y comercialización multiplicaron sus ganancias”, dice el comunicado.

Los salarios deben “ganarle a la inflación” en la perspectiva de las próximas negociaciones y/o revisiones de los distintos convenios colectivos del sector, sostienen en su texto.

Los sindicatos de la alimentación y la federación que los agrupa recordaron a su vez su lucha por “un modelo económico que cambie la matriz productiva hacia otro de empleo decente, con desarrollo y producción, salarios en alza, consumo y crecimiento”.