Ritchie se explayó sobre la concentración que se está operando en el sector y la situación de las economías globales y regionales.
“No tengo que contarle a nadie acá sobre la crisis de SanCor. Esto no es aislado, muchas de las cooperativas internacionales están enfrentando dificultades tremendas por la acción de las grandes transnacionales y las cadenas de supermercados, que tienden a llevar el precio hacia abajo”, dijo.
“Esta situación también se produjo en la mayor cooperativa láctea de Australia, Murray Goulburn. Cerraron tres empresas y se perdieron 360 puestos de trabajo”, graficó.
“En Canadá se creó el sistema de calidad del sector lácteo, donde se negocia el precio y se ajusta la producción de leche para satisfacer la demanda del consumidor. Los precios deben ser lo suficientemente altos como para cubrir el costo de producción, pagar salarios, mantener a los agricultores en el negocio y los trabajadores empleados”, remarcó Ritchie.
Gerardo Iglesias recordó a su vez que 1.400 millones de los 7.000 millones de personas que pueblan el planeta personas viven del sector lechero.
“A veces con emprendimientos muy pequeños, como en India, y a veces con otros a gran escala. En Argentina, por ejemplo, es el sector que más mano de obra genera”.
Romper el aislamiento de los sindicatos
La necesidad de “abrir las cabezas”
Ambos dirigentes de UITA destacaron que los tratados de libre comercio representan una amenaza para el futuro de este sector productivo.
“En Colombia se están cerrando muchos emprendimientos lácteos por los tratados de libre comercio que invaden el país con productos del “, dijo Iglesias.
El secretario regional de la UITA se preguntó, por otra parte, por qué se habla tan poco de los sindicatos en Argentina, o cuando se habla, se habla mal.
“No se dice nada acerca de las acciones que favorecen a la dignidad humana y a la justicia social que realizan los sindicatos. También aquí hay medios de comunicación que dominan lo que piensa la gente, como sucede en Brasil con el grupo O Globo”.
“Nunca tuvimos tantas denuncias de amenazas contra trabajadores. En Argentina quieren terminar con el modelo sindical, y si eso sucede será una derrota del movimiento obrero mundial, todos vamos a perder”, señaló.
“Estos son tiempos de definiciones, tenemos que saber quién está enfrente, quién es el enemigo y qué debemos hacer para defender el modelo sindical. Tenemos que mejorar la comunicación con las bases, con la gente que trabaja en las fábricas, y abrir los sindicatos a los nuevos desafíos, a los nuevos grupos”, indicó.
Iglesias citó como ejemplo de apertura a Atilra, con sus iniciativas de crear la Secretaría de la Mujer y la Secretaría Internacional.
“A este lugar donde estamos la población lo toma como un punto de encuentro, este es un sindicato abierto a la sociedad. Lo que esperamos ahora es que la sociedad defienda este proyecto y a esta organización”, concluyó.