Horacio Paone es un fotorreportero jubilado con quien nos puso en contacto Federico Tatter, de la Federación Latinoamericana de Familiares de Detenidos Desaparecidos (FEDEFAM). Queríamos tener un testimonio in situ de la última brutal represión del gobierno de Javier Milei contra los jubilados que se manifiestan pacíficamente todos los miércoles frente al Congreso pidiendo un aumento a sus pensiones de hambre.

El pasado 12 de marzo, a ellos se sumaron hinchas de equipos de fútbol autoconvocados, centrales obreras y ciudadanía en general. Como ya se ha vuelto un hábito, el Ministerio del Interior encabezado por Patricia Bullrich desplegó un megaoperativo para reprimir violentamente a los manifestantes.

Un joven fotorreportero, Pablo Grillo, está entre la vida y la muerte luego que un gendarme le disparara un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza. Otros cientos fueron heridos y un centenar detenidos.

“No pensé que iba a volver a vivir esto nuevamente en Argentina”, dijo a La Rel Horacio Paone.

El fotógrafo, de 76 años, afirma que desde que regresó al país a fines de la dictadura en 1983, aunque participó en diversas manifestaciones que fueron reprimidas, nunca vio algo como lo del pasado miércoles 12.

“Cubrí los ataques de los carapintada enseguida que Raúl Alfonsín asumió el gobierno y decretó los juicios a las juntas militares por las violaciones a los derechos humanos; cubrí las manifestaciones de 2001, cuando el corralito bancario que terminó en la salida de Fernando de la Rua de la Presidencia y nunca vi este nivel de violencia y de brutalidad”, relata.

“Y lo que es peor: nunca vi el goce de esa brutalidad por quienes la practican”.

Para Paone es como que estuviese viviendo en otro país porque no da crédito a lo que está sucediendo.

“Yo también soy jubilado, pero afortunadamente no estoy en la misma situación que miles de mis compatriotas están. No tienen para medicamentos, para el alquiler, para comida y la reacción de quienes están en el gobierno es muy similar a una dictadura”, subraya.

“Estamos viviendo una distopía. Algo que cuesta creer”, finaliza.

Como bien lo consignaba un medio de comunicación español (CarneCruda) no son libertarios, son liberticidas.

Foto: Horacio Paone