A la hora en que se escribe este texto Pablo Grillo, un fotoreportero independiente que tuvo la mala idea de querer hacer su trabajo cubriendo la marcha de protesta de los jubilados en Buenos Aires el miércoles 12, continuaba peleando por su vida en una unidad de terapia intensiva de la capital argentina.

Un policía le disparó un cartucho de gas lacrimógeno directo a la cabeza que le provocó pérdida de masa encefálica, su estado sigue siendo muy grave.

Pablo no fue el único herido como consecuencia de la bestial represión ordenada por Patricia Bullrich, la ministra del Interior del gobierno ultraderechista de Javier Milei. Hubo muchos otros, entre ellos una jubilada de 87 años que cayó desplomada al piso al recibir un palazo de otro policía.

Sucede cada vez más seguido en las protestas sociales contra el Ejecutivo de Milei: la primera respuesta de las autoridades es la represión más dura, seguida de la difusión de mentiras sobre los hechos y la descalificación de las organizaciones convocantes de las manifestaciones.

El Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Brasil (MJDH); el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras (COFADEH); la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (FEDEFAM) y la Regional Latinoamericana de la UITA (Rel UITA) repudiamos, no sólo la actuación injustificable de las fuerzas policiales, sino también las políticas económicas y sociales ultraliberales aplicadas por MiIei, Bullrich y sus socios, que afectan de lleno los intereses de las capas populares.

Manifestamos asimismo nuestro apoyo a la nueva concentración que se realizará el miércoles próximo en Buenos Aires, a iniciativa de los mismos convocantes, y apelamos a los argentinos y argentinas a participar masivamente en esa cita para decirle a la ultraderecha en el poder: ¡No pasarán!