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Con Juan Martini

“Si no nos defendemos nosotros, no nos defenderá nadie”

El secretario general de la Federación de Trabajadores del Tabaco de la República Argentina conversó con La Rel sobre la coyuntura de su país, los desafíos que la misma impone para el movimiento sindical y las crecientes dificultades que enfrenta el sector tabacalero.

-¿Cómo evalúa la situación que se está viviendo en el país?
-Realmente es preocupante. Creímos que en determinado momento se había iniciado un diálogo con el gobierno, pero no fue así.

Se está persiguiendo a algunos dirigentes gremiales y en virtud de ello ponen a todos en la misma bolsa. No corresponde al gobierno y sí a la justicia ocuparse de quienes han infringido la ley.

Por otra parte la inflación sigue en aumento y en nuestro sector la incorporación de nueva tecnología está destruyendo puestos de trabajo. Solo en el segundo semestre de 2017, 800 trabajadores tabacaleros perdieron su empleo.

La zona ubicada al norte y noroeste del país es la más castigada por los despidos, principalmente en el sector del acopio. Esa gente se quedó sin nada y este es un problema que nos tiene que preocupar a todos los argentinos y no solamente a nuestro gremio.

Desde la Federación estamos tratando de mantener los puestos de trabajo pero se trata de una situación muy comprometida porque la tecnología avanza y ante eso es muy difícil luchar.

-El gobierno insiste con la reforma laboral de espaldas a los sindicatos.
-El diálogo no anda muy bien con el gobierno. Este insiste en querer reformar la ley laboral pero no se puede pretender cambiar un sistema que está instaurado desde hace décadas.

Hay que respetar la jornada laboral de 8 horas, una de las grandes conquistas del movimiento obrero, y el sistema de negociación que tenemos en Argentina.

El gobierno se olvida que para que haya consenso primero tiene que haber diálogo.

-Cuando asumió este gobierno generó expectativas positivas…
-Pero lamentablemente lo que está sucediendo es que la inflación se sigue disparando, el dólar sigue subiendo y te aumentan todo, el combustible, los impuestos, los servicios esenciales.

¿Cómo hace un jubilado que gana entre 7.000 y 8.000 pesos (entre 350 y 400 dólares aproximadamente) para solventar los gastos si no tiene una familia que lo ayude? Y en vez de aumentarles los ingresos, resulta que se los rebajan.

Por otra parte la industria nacional está en jaque: cierran textiles, tabacaleras, ingenios azucareros, fábricas de calzado…

Ya es hora de que el movimiento obrero se una para defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras, jubilados y activos porque si no nos defendemos nosotros, no nos defenderá nadie y dependiendo de cómo enfrentemos esto, será cómo nos juzgará la historia.