El dirigente dijo a un medio local que los trabajadores y las trabajadoras son obligados a pasar de una sección a otras bajo la amenaza de que, si no lo hacen, les dejan de pagar el sueldo.

“Es algo que se viene dando a raíz del contexto económico y social del país. La empresa está inflexible ante los reclamos de la gente”, dijo.

Páez narró que mandos medios de la transnacional dijeron claramente, durante reuniones con representantes sindicales, que todo aquel que quisiera conservar su trabajo debía hacer sin chistar lo que se le pidiera, amenazando con contratar personal nuevo entre las masas de gente que están sin empleo.

Cosas así “ocasionan un malestar y un clima hostil dentro de la planta”, dijo al periódico local El Diario.

La empresa eliminó, además, beneficios cono el comedor en el turno nocturno, sin previo aviso y sin discutirlo con el sindicato.

Esta realidad está lejos de limitarse a la planta de Villa Nueva. Lo mismo sucede en el resto del país, dijo Páez, y recordó que, en el contexto actual de Argentina, con un gobierno pro-empresarial sin tapujos, basta que los trabajadores realicen un bloqueo para protestar contras las medidas patronales para incurrir en causal de despido.