“Este fue un año bastante complicado para las y los trabajadores tabacaleros. Tuvimos que enfrentar una serie de despidos en el sector debido a las medidas impositivas que tomó el gobierno y que provocaron el cierre de varias plantas”, lamentó Martini.
“Por otra parte –continuó– ha sido un año duro para el conjunto de la clase obrera debido a la serie de reformas que se pretenden imponer. La inflación sigue y hay topes para discutir el salario, lo que presupone tiempos difíciles para nosotros”, vaticinó.
Consultado acerca de cómo el gremio tabacalero se prepara para enfrentar esta coyuntura, Martini recordó que para su sindicato la movilización es permanente.
“En nuestra industria, debido a la propia dinámica del mercado, que viene utilizando nuevas tecnologías que desplazan la mano de obra, ya se han perdido cientos de puestos de trabajo”, dijo.
“Pero como siempre, vamos a estar dando batalla, una batalla más en la búsqueda de garantizar los derechos conquistados y defender lo que es de los trabajadores y trabajadoras”, remarcó.