“Por falta de ventas la empresa decidió adelantar vacaciones a 65 compañeros del área de la producción a partir del 19 de noviembre. Ahí se elaboran productos caros y con la crisis la población tiende a dejar de consumirlos”, dijo.
El dirigente apuntó que a diferencia de lo que ha trascendido en algunos medios, no hay peligro de que la planta deje de operar.
“No creo que haya peligro de cierre, la producción sigue igual pero por supuesto que tenemos que estar atentos, porque tal vez se trate de una cuestión política, una suerte de retiro de confianza al gobierno ante la crisis que estamos viviendo en el país y podemos ser los trabajadores rehenes de esa situación”, evaluó.
Según declaró Zarati, como la localidad de Magdalena es bastante pequeña, todos tratan de preservar la fuente de trabajo y por esa razón esta medida de adelantar vacaciones no generó ningún tipo de conflicto.
“Claro que hubo algún descontento porque la gente quiere tomarse las vacaciones cuando mejor le quede pero por ahora está todo tranquilo, hay buen diálogo con la empresa y esperamos que siga así y que no suceda lo pasó en 2001”.
El sindicalista recordó que ese año luego de las vacaciones, Nestlé suspendió hasta el 75 por ciento de la producción.
La unidad de Nestlé en Magdalena emplea a 260 operarios afiliados al Sindicato, técnicos de laboratorio y también a personal tercerizado que producen café Dolca, Nesquik, Nestun y puré Maggi.
En Buenos Aires, Nelson Godoy