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Con Martín Páez

Cientos de empleos en peligro en Nestlé

En Villanueva, Córdoba, a 550 kilómetros de Buenos Aires, se encuentra una de las plantas de Nestlé en Argentina. El cambio de sistemas de trabajo y el avance de la robotización están creando en esa fábrica graves problemas de empleo sobre los cuales La Rel conversó con Martín Páez, secretario general de la filial del Sindicato der Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA).

-¿Cómo está la situación de trabajadores de Nestlé en Villanueva?
-Se han producido despidos hormiga, que luego se frenaron, pero ahora la empresa pide al operario que se haga cargo del mantenimiento de su propia máquina.

Eso implica más trabajo para el operario y la desaparición de la figura del mecánico de línea. La empresa busca optimizar sus recursos, pero recarga la labor de los operarios y suprime empleos.

En las últimas audiencias que hemos mantenido en el Ministerio de Trabajo la empresa se ha negado a reconocer esta situación, por lo que estamos analizando cómo responderle a nivel local y reclamar ante la casa matriz, en Vevey, Suiza.

-¿Hoy el trabajador especializado que realiza el mantenimiento solo hace eso?
-El 90 por ciento de su labor está centrada en el mantenimiento de las máquinas. Si el día de mañana se implementa este nuevo sistema1, ¿qué va hacer?

-¿El operario común está capacitado para hacerle el mantenimiento a su máquina?
-La gente de producción no está capacitada para tal función, los mecánicos tendrían que capacitarlos.

Al igual que el mecánico, el operario reparte su trabajo entre el 90 por ciento que dedica a su labor específica y un 10 por ciento en la parte administrativa.

-¿Cuándo se estima que Nestlé pueda implementar este sistema?
-Si nosotros no hubiésemos actuado rápidamente Nestlé ya lo hubiesen implementado, cosa que ya han hecho en una nueva planta que abrieron, en la que se produce Nesquik.

Allí ya optimizaron un montón de puestos de trabajo, porque en esa planta, que les costó más de 10 millones de dólares, solo tomaron a dos personas. Más aún: van a poner un robot para paletizar.

Menos trabajadores, más presión en el trabajo

-¿Qué sucede si el operario se niega capacitarse porque considera que no fue contratado para eso?
-Estas transnacionales no titubean a la hora de despedir. El miedo al despido va a jugar.

Además, si un compañero plantea que no se siente capacitado eso lo dejaría fuera del sistema.

Las empresas psicológicamente te van matando, desgastando, juegan con que pueden irse a otro país.

-De hecho los operarios que capacitan a otros compañeros suman una nueva tarea sin cobrar más por ella.
-Claro, la transnacional se ahorra también esa remuneración.

-Me imagino que todo esto crea un ambiente laboral áspero.
-Por supuesto. El técnico lucha por mantener su fuente de trabajo y el operario para conservar el suyo, y cada uno cruza la línea del otro pensando en uno mismo.

En las transnacionales se está dando cada vez más el problema de la robotización. ¿Dónde va a ir a parar la mano de obra que queda de lado?

Los trabajadores y las trabajadoras que no tienen estudios no son tomados por otras empresas, que están buscando sobre todo profesionales, lo que va achicando el campo laboral para la mayoría.


En Villanueva, Córdoba, Nelson Godoy

* TPM (Total Productive Maintenance), mantenimiento productivo total. Se centra en la eliminación de pérdidas ocasionadas o relacionadas con paros, calidad y costos en los procesos de producción.