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Con Juan Martini

Balance con saldo negativo

El secretario general de la Federación Trabajadores del Tabaco de la República Argentina (FTTRA) realiza un análisis sobre su sector en el marco de una situación de crisis que afecta al país. El aumento de la desocupación, una inflación que se dispara conjuntamente con el incremento indiscriminado de las tarifas públicas ponen a la clase obrera en jaque.

-¿Qué balance se puede hacer del pasado año?
-El saldo fue negativo, sobre todo porque fue un año donde hubo muchos despidos en el sector. Las ventas cayeron, la producción en las empresas bajó y la solución que encontraron fue el despido.

Y en cuanto a la situación del país en general ninguno está a salvo con lo que está pasando, con la inflación, el aumento de los servicios, de los impuestos, las reformas que se quieren hacer, los sueldos que están cada vez más bajos.

Está imposible vivir.

-¿Cuántos despidos en el sector del tabaco?
-Solamente aquí en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fueron cesadas unas 100 personas, pero en total entre 2017 y 2018 hubo más de 1.300 trabajadoras y trabajadores despedidos.

No solamente ha mermado en la etapa del acopio sino también en las fábricas, por la llegada de las nuevas tecnologías, que lleva a una reducción sistemática de personal.

Ahora la tendencia es a robotizar todo, y el trabajo que se hacía con una máquina en forma manual prácticamente va a desaparecer.

Para nuestro gremio ese es un número muy importante de bajas.

-En términos salariales, ¿cuál es la situación de los tabacaleros?
-Seguimos peleando por mejoras salariales porque perdimos el poder adquisitivo de manera catastrófica.

De cobrar lo equivalente a 2.000 dólares mensuales pasamos a cobrar entre 800 y 900 debido a la devaluación, y si a eso le sumamos los altos índices de la inflación la pérdida salarial es tremenda.

-Y desde el gobierno se insiste en la reforma laboral…
-Las empresas quieren sacar para su provecho todo lo que pueda, pasa en todos los sectores, pero tienen que saber que acá hay convenios que tienen que ser respetados.

Obligados a la unidad de acción

También me parece inapropiado que el gobierno pretenda cambiar las leyes laborales cuando las empresas saben cómo se tienen que manejar con la gente y la gente sabe cómo tiene que manejarse con las empresas.

Los dirigentes tienen que poner las barbas en remojo, porque esto nos va a afectar a todos.

Si bien el movimiento obrero está dividido en varios sectores, en esta oportunidad van a tener que tener la inteligencia suficiente como para ponerse todos de acuerdo y defender lo que no podemos perder, que son todas las conquistas logradas por el sindicalismo.

Si modificamos las leyes laborales nos retrasamos 60 años.

Espero que los dirigentes gremiales se pongan de acuerdo para defender la fuente de trabajo y el convenio colectivo de trabajo.

-Son tiempos complicados para el país y su pueblo.
-Acá todo es muy difícil. Cada vez a hay más desocupados, más hambre en la gente, aumenta la delincuencia, mucha inseguridad.

Cuando la gente tiene trabajo y a su familia no le falta el pan es una calidad de vida tranquila, pero cuando nos encontramos con este tipo de políticas que realmente perjudican a todo el mundo la situación cambia notablemente.

Espero que este gobierno recapacite y traiga soluciones para afrontar estos problemas: no es aumentando las cosas ni reformando las leyes que se saca al adelante.


En Buenos Aires, Nelson Godoy